Es conocido como "el Machu Picchu español" y otoño es la época perfecta para visitarlo

Muchos sueñan con conocer Machu Picchu, sin saber que en España tenemos un destino con el que muchos lo comparan, escondido entre montañas y valles profundos. Un lugar en el que la historia parece fundirse con el paisaje y que evoca la misma mística y belleza de uno de los sitios arqueológicos más famosos del mundo.

Este rincón idílico se encuentra en las Islas Canarias, específicamente en Tenerife, y responde al nombre de Masca. Comparado a menudo con Machu Picchu por su aislamiento, su carácter montañoso y por la estampa resultante, este pequeño pueblo es una joya escondida que no ha perdido su autenticidad.

Aunque no alberga ruinas incas, la sensación de estar suspendido en el tiempo y la conexión con la naturaleza son aspectos que lo asemejan a la célebre ciudadela peruana.

Masca, el tesoro escondido de Tenerife

Imagen | Hola Islas Canarias

Este pequeño enclave, situado en pleno macizo de Teno, enclave de singular y agreste naturaleza en el noroeste de la isla, está rodeado de abruptas laderas. Aquí la arquitectura tradicional tinerfeña parece emerger de la roca misma y posee senderos serpentean entre las montañas, ofreciendo un panoramas inolvidable.

Su clima, con sus brisas frescas y cielos despejados durante la mayor parte del año, permite una experiencia más tranquila y menos concurrida que la de otros destinos turísticos masivos.

Masca, como Machu Picchu, está situado entre imponentes formaciones rocosas y sus caminos están rodeados de vegetación exuberante. A medida que se recorren sus senderos, se pueden disfrutar de vistas impresionantes, con el océano al fondo, creando una experiencia que mezcla naturaleza salvaje y cultura local. Sin embargo, lo que hace de esta visita una experiencia única es la tranquilidad que lo envuelve, especialmente en ciertas épocas del año.

Otoño, la época perfecta para visitar Masca

Muchos consideran que otoño es la mejor época para visitar este idílico destino. Al ser temporada baja, el pueblo no se encuentra abarrotado de turistas, lo que permite disfrutar de su serenidad y belleza con mayor intimidad. El clima otoñal, suave y agradable, evita el calor agobiante del verano, lo que facilita las caminatas por los senderos sin la necesidad de huir a la sombra.

Además, en otoño los paisajes de Masca cobran una tonalidad especial; las plantas y la vegetación que cubren el valle muestran un verde intenso, salpicado por el color de las flores de temporada, creando una postal perfecta para los amantes de la naturaleza.

Otra ventaja de visitarlo en esta época del año es la posibilidad de experimentar la cultura local de manera más auténtica. Al no estar saturado de turistas, se puede conectar con los habitantes del pueblo y conocer sus tradiciones, gastronomía y estilo de vida de una manera más cercana. Las casas tradicionales de piedra, los pequeños restaurantes con comida casera y las tiendas de artesanía e incluso los miradores tienen mucha menos afluenca, permitiendo disfrutar de este espectacular sitio de una forma más tranquila.

Imagen https://www.flickr.com/photos/titrans/5499551104/

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