No dejamos de escuchar que nos tenemos que quedar en casa, que nos tenemos que proteger y proteger a los demás, así que hay que encontrar maneras de entretenernos y calmar nuestras ansias de viajar, así que nada mejor que fijar nuestra vista en lugares que son refugio y plató para estrellas y directores de cine. Buscar parques naturales, pueblos modernistas o medievales, e incluso gastronomía, porque es un buen momento para recorrer Cataluña a través de localizaciones de películas.
Directores como Almodóvar o Woody Allen han querido plasmar pueblos, parques y monumentos en sus obras, porque las películas nos hacen sentir y soñar, acercándonos a lugares desconocidos y llevándonos hasta paisajes de ensueño y lugares acogedores. Viajar a Cataluña a través la pantalla seguro que aumenta nuestras ganas de visitar cada uno de sus rincones cuando podamos volver a movernos.
Podemos empezar por la risa y la cultura
Si sois como yo, estos tiempos que vivimos hacen que cuando me siento a ver una película lo que me apetece es algo ligero, algo cómico con lo que pasar el rato. Para iniciar este viaje por Cataluña desde nuestro sofá nada mejor que hacerlo con 'Ocho Apellidos Catalanes', de Emilio Martínez-Lázaro, para que mientras nos echamos unas buenas risas podamos hacer un viaje por los encantadores pueblos medievales del interior de la Costa Brava.
Las calles empedradas y estrechas mantienen el aura de tiempos históricos y las casas, plazas y torres características de la popular arquitectura románica y gótica son el perfecto plató para mostrar el lado más auténtico –y cómico- de la cultura y gastronomía catalana. El recorrido empieza con la llegada de los actores a Girona y sus paseos por los alrededores de la catedral, para después pasar el fin de semana en la ficticia localidad de Soronelles.
La panorámica del municipio es nada más y nada menos que el pequeño pueblo de Foixà, mientras que, paseando por su interior, nos encontraremos en Monells. En la inconfundible plaza de Jaume I asistiremos a pregones, observaremos los monumentales y valientes Castellers, bailaremos las tradicionales sardanas o aprenderemos a comer calçots.
Las masías son el principal exponente de la arquitectura rural catalana, así que no podía ser otro el lugar donde alojarnos para completar este fin de semana cultural. Viviendo los vaivenes nocturnos de los protagonistas, estaremos en una masía familiar del siglo XII en Llagostera.
Quizás es el momento de enamorarnos en un pueblo costero
Si lo que queremos es ponernos a soñar, soñemos con un romance en un amplio escenario entre Barcelona y Girona. 'A tres metros sobre el cielo' y 'Tengo ganas de ti'. Las dos películas basadas en las novelas homónimas de Federico Moccia nos muestran la versión más romántica de Cataluña.
Las historias transcurren originalmente en Roma, pero las películas fueron rodadas en diversos lugares de Cataluña, entre los cuales se encuentran Sant Boi, Sant Adrià del Besós, Hospitalet de Llobregat, Sant Feliu de Guíxols, Santa Cristina d’Aro, Argentona, Teià y Canet de Mar.
Sellar el amor en el Pont de la Princesa de Girona, hacer deporte por el cautivador Parc de la Ciutadella en Barcelona o dejarnos enamorar por las playas rocosas del burgués pueblo de Sant Pol de Mar son algunas de las escenas que nos acercan a la costa catalana.
Visita turística completa a Barcelona
'Vicky, Cristina, Barcelona' y 'L’auberge espagnole' son una simbiosis perfecta para mostrarnos las postales de la Ciudad Condal. Esos monumentos y rincones que nunca nos podemos perder en nuestra visita a Barcelona y que ya no necesitan presentación. Woody Allen creó con 'Vicky, Cristina, Barcelona' una muy detallada guía para recorrerla. Lo único que nos falta es imaginar la brisa mediterránea en un día de verano mientras nos trasladamos directamente a la ciudad del arte y la creatividad.
Una tranquila comida en la terraza de un restaurante en la plaza de Felip Neri, fotografiar los puestos de flores de La Rambla y perderse por cada rincón del El Raval. Visitar cada una de las obras modernistas de Gaudí y sin olvidarnos de la visita al Hospital de Sant Pau, preciosidad modernista donde las haya. Acercarse al arte de Miró o sentirse pequeño en el mirador del Parque del Tibidabo. Contemplar la belleza del palacio del MNAC. Woody Allen consigue una imagen de Barcelona energética y cosmopolita.
Hasta llegar a la misteriosa judería de Girona
Si pensamos en escenarios medievales inmediatamente pensamos en 'Juego de Tronos', pero mucho antes producciones como 'Soldados de Salamina' o 'El Perfume: historia de un asesino' decidieron escoger como plató la importante judería de Girona.
La Judería de Girona es una de las mejor conservadas del mundo. Miles de judíos la visitaban cada año antes de la pandemia. Una gran riqueza cultural que nos muestra la importancia que tuvo la cultura judía en la ciudad. 'El Perfume' nos traslada directamente a ella. Junto al asesino en serie embriagado por los aromas, recorreremos en busca de sus víctimas lugares de una gran belleza como son la puerta de los Apóstoles de la Catedral de Santa María de Girona, la estrecha y misteriosa calle de Sant Llorenç o la emblemática Pujada de Sant Domènec.
Girona no es la única protagonista catalana de múltiples escenas de la película, Tortosa y Barcelona también fueron importantes cómplices de las hazañas del asesino. Mientras en Tortosa pasearemos por un mercado del siglo XVIII al borde del río Ebro, en Barcelona nos adentraremos a diferentes puntos en el Barrio Gótico de gran importancia en la película. Completamente ambientada en una sucia villa francesa en plena revolución, en la zona más antigua de Barcelona viviremos desde el nacimiento del asesino hasta el crimen de su primera víctima, acompañándole también en el descubrimiento de los nuevos aromas -muy alejados de la suciedad- y a la posibilidad de poder enfrascarlos.
Por último, en el Laberinto de Horta celebraremos una fiesta de cumpleaños y jugaremos jovialmente por sus pasadizos. Y será en la Playa Mayor del Poble Espanyol donde muestran al asesino al pueblo.
Imágenes | Joaquin Aranoa, pixelRaw, Rafał Chudoba, Leonhard Niederwimmer, Nikolaus Bader, David Mark, Enric Rio Ross, Jordi Sala