La isla de Brač, también llamada Brazza o Brac, es una de las islas más interesantes para quien visite el Adriático. Gemela de la superturística isla de Hvar y famosa por su playa en forma de cuerno, es una de las islas croatas más bonitas, por lo que digo que Brač, es mi isla preferida en Croacia.
Además de ser una de las islas más grandes de este país en cuanto a extensión, en Brac está situado el pico más alto de las islas del Adriático, llamado Vidova Gora. El pueblo más importante de la isla es Supetar, donde hallaréis conexiones en ferry con Split (en el continente) cada hora, de forma regular.
Consejos para el viajero
Aunque al llegar al puerto de Supetar hay una verdadera multitud de taxistas tratando de hacer pagar a los turistas para ir a la otra punta de la isla, Bol, donde se encuentra la playa ya mencionada. No les hagáis caso, hay un autobús que recorre todos los puntos de interés de la isla y es mucho más barato.
Sin embargo, antes de cogerlo, merece la pena echarle un ojo a la propia ciudad de Supetar. Es un pueblo de piedra formado de las propias piedras de Brač. Las mismas que se utilizaron para construir la Casa Blanca estadounidense. Además, sus playas están menos ajetreadas que las de Bol, y los anocheceres allí son impresionantes.
En la isla de Brač está el lugar más alto del Adriático, Vidova Gora. Dicen que si sopla el viento a favor, desde allí se alcanza a ver Italia. Aunque no me consta que esto sea cierto, observar los caprichos geográficos de Hvar o Korčula es impresionante.
Os aconsejo ir en una hora del día en que no haga mucho calor, porque hay un buen paseo hasta la cima, y podéis llegar bien cansados. Además hay otra ventaja ya que en las horas menos sol las vistas mejoran al no deslumbrarnos el reflejo en el mar.
Las playas de Brac
No obstante todo lo anteriormente dicho, lo que hace famosa a la isla es la Playa Cuerno “Zlatni Rat”, también llamada la playa de Bol, una lengua de tierra o restinga debida a la acumulación de arena en ese punto, lo que forma una especie de dique.
Es impresionante, tanto por su extensión --mide más de medio kilómetro--, como por su arena, que curiosamente es fina y agradable --algo no común en el Adriático--. Las aguas, por supuesto, son tan turquesas que da hasta pena bañarse. Es lógico que esta playa del cuerno cuya foto preside este post y que se ve perfectamente desde lo alto de Vidova Gora.
El pueblo de Bol tampoco os dejará indiferentes. Es famosa su iglesia dominicana, que merece la pena visitar para disfrutar de una pequeña capilla decorada con cuadros de un pintor local llamado Tripo Kokolja, que transmiten calma y relajación.
Además, Bol está lleno de otras playas pequeñas vacías, por si os cansáis del turismo de la Playa Cuerno como esta playita que estaba casi vacía y donde me pegué un buen baño cuando no aguantaba más.
Además de estar bien conectada con el continente y tener una playa impresionante, la isla de Brac tiene lugares únicos, como la cima de Vidova Gora o la iglesia dominicana de Bol, por lo que es un lugar lleno de interés. Si vais a recorrer esta zona de Europa este punto es una buena elección.
En resumen, Brač es una isla muy especial, es mi isla preferida en Croacia ya que constituye una buena alternativa para el turismo desmedido o masificado de las vecinas islas croatas de Hvar o Pag. Si la elegís no os arrepentiréis.
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