Seguimos con pequeñas rutas y guías para visitar ciudades de manera rápida. Por supuesto que lo mejor es hacerlo con calma y dedicarle días para empaparse del lugar, pero nada mejor que tener una lista de cosas. Hoy nos dedicamos a los 11 imprescindibles de Milán: esto es lo que tienes que ver para que el viaje sea completo.
Por supuesto el primer lugar lo tiene que ocupar su exhuberante Duomo, el gótico excesivo que es el centro de la ciudad, pero Milán tiene mucho más a dónde ir y qué ver, con lugar para el ocio y las compras.
Empezamos por lo más grande, en todos los sentidos: el Duomo. El centro neurálgico de la ciudad es la catedral gótica más grande del mundo. Espectacular desde el exterior, el interior y la visita a los tejados deja sin habla.
La Galleria Vittorio Emanuele II. En la ciudad se la conoce como "el Salón de Milán", ya que es el lugar de reunión de los milaneses. Esta elegante arcada con cubierta acristalada es tiene tiendas de lujo, librerías, tiendas de música y cafés. Toda una experiencia que se puede completar con un carísimo café en Savini.
Muy cerca de allí está el Teatro alla Scala, uno de los templos de ´Opera más famosos del mundo. Con suerte se puede conseguir alguna entrada, y sino la visita a su interior vale la pena.
Santa Maria delle Grazie, aunque realmente aquí lo que se va a visitar es su refectorio donde está la obra maestra de Leonardo da Vinci: La Última Cena. Aquí no puede quedar nada a la improvisación y deberéis llevar las entradas reservadas con antelación, aunque siempre puede haber suerte y conseguir una anulación.
La Pinacoteca di Brera, que es una de las mejores galerías pictóricas de todo Italia. El edificio es el lugar perfecto para todo lo que alberga. También hay que visitar la Pinacoteca Ambrosiana.
Santa Maria della Passione es la segunda iglesia más grande Milán, con trazas arquitectónicas barrocas que la hacen preciosa. Está llena de obras de arte en su interior como La Última Cena de Gaudenzio Ferrari, el fresco de la Madonna della Passione, la Crucifixión de Bernardino Campi y obras de Carlo Urbino, Daniele Crespi, Giulio Cesare Procaccini.
El Arco della Pace es uno de los monumentos más grandiosos e imponentes de Milan. La orden de construírlo partió de Napoleón, pero tras su derrotaen Waterloo fue Francisco I de Austria el que ordenó terminarlo denominándolo Arco de la Paz Europea. Está en el centro de la Piazza Sempione y realizado con granito traído del Lago Maggiore. Mide 25 metros de alto y 24 de ancho.
Ni una sola visita a una ciudad sin dedicar algo de tiempo a la naturaleza y al esparcimiento. Los Giardini Pubblici (cuyo nombre real es Giardini Indro Montanelli) son unos jardines maravillosos situados en la zona de Porta Venezia. Inaugurados a finales del siglo XVIII fue el primer parque milanés dedicado al ocio colectivo. Es todo un pulmón de la ciudad, sólo superado por el Parque Sempione.
El imponente Castello Sforzesco fue concebido como fortaleza en 1368 y después transformado en un espléndido palacio ducal, que pr´ácticamente fue destruído durante la República Ambrosiana. La familia Sforza dedicó todos sus esfuerzos en convertirlo en una de las cortes más espléndidas de Italia aunque posteriormente recuperó su función militar. Napoleón ordenó destruírlo y se tiraron las torres laterales y los bastiones españoles y durante el siglo XIX hubo muchos debates acerca de si debía demolerse completamente. Finalmente se restauró y en 1905 se inauguró la Torre de Filarete y el Parque Sempione, donde estaba la antigua plaza de armas. Hoy alberga un montón de museos.
Si hay un barrio con encanto en Milán ese es el de los Navigli. En su momento fue uno de los puertos fluviales más importantes de Italia y por aquí entró a finales del siglo XII el mármol con el que se construyó el Duomo. Además de admirar la obra de arquitectura civil es el lugar perfecto para pasear y tomarse un aperitivo en una de sus animadas terrazas.
Terminamos nuestra visita rápida a Milán con la Basílica de San Lorenzo Maggiore, edificada en el siglo IV y la más antigua de Milán. Fue construída con restos sacados de otros yacimientos romanos. Tiene mármoles y mosaicos, con los bizantinos de la Capilla de San Aquilino. En la cripta hay algunos restos originales de la construcción traídos de un anfiteatro romano. En el exterior hay 16 columnas traídas de la ciudad romana Mediolanum durante el siglo III.
Por supuesto, Milán es mucho más: es moda, como la que puedes comprar en el cuadrilátero de la moda, delimitado por las calles Via Montenapoleone, Via Alessandro Manzoni, Via della Spiga y Via Sant'Andrea, a pocos metros desde el Duomo. Es gastronomía y también es, si se tiene tiempo, aprovechar y hacer una excursión de un día al Lago Como.
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