Bir Tawil es un vasto pedazo de desierto entre Egipto y Sudán, inaccesible, vacío de recursos naturales y alejado del mar Rojo. Por esa razón, nadie ha puesto demasiado interés soberanista en él.
Sin embargo, ahora este pedazo de tierra sin dueño, una característica de la que solo se conocen dos casos, tiene un nuevo rey.
Terra nullius
Hay dos sitios en el mundo que no forman parte de ningún país. Legalmente son llamados "terra nullius", es decir, «tierra de nadie». Uno es la Tierra de Marie Byrd, en el oeste de la Antártida. El punto es tan remoto que no atrae las ansias de soberanía de ningún gobierno, a pesar de que cubre aproximadamente 1.610 000 kilómetros cuadrados, es decir, un tamaño mayor que Irán o Mongolia. El lugar está totalmente deshabitado, excepto por una base permanente que pertenece a Estados Unidos.
El otro terra nullius está en África. Es el llamado triángulo de Bir Tawil («pozo de agua», en árabe), que está entre Egipto y Sudán. Posee 2 000 kilómetros cuadrados de extensión, pero en ella solo hay arena y rocas.
Sin embargo, Jeremiah Heaton, de Estados Unidos, quiso un día de 2014 reclamar la soberanía de una tierra repudiada por todos. De este modo, creó un estado llamado Reino de Sudán del Norte que apenas sí existe más allá del papel, ya que ningún país ha reconocido al nuevo estado hasta la fecha.
Recientemente, hay otra persona que reclama la sobernía de este lugar: un informático indio que hizo la declaración pública:
Yo, Suyash Dixit, el primero de mi nombre y el protector del reino, me declaro monarca del reino de Dixit. Desde hoy me llamaré Rey Suyash I y declaro esta tierra no reclamada de Bir Tawil como mi país hasta la eternidad.
El primer incidente diplomático de reinado Suyash I fue, naturalmente, con su otro soberano, Jeremiah Heaton. Suyash I dice estar dispuesto a “ir a la guerra” para defender su reino (aunque parece que lo dice en tono jocoso), y argumenta que Heaton nunca ha pisado Bir Tawil para reclamar esas tierras.
Para defender sus derechos, Suyash tomó la precaución de realizar el acto simbólico de plantar una semilla en este trozo de desierto: “si siembras la tierra, es tuya”, sostiene. Además, plantó allí una colorida bandera diseñada por él mismo, la insignia nacional del nuevo estado. Ahora está planeando escribir a la ONU para solicitar el ingreso en la comunidad internacional.
Jeremiah, sin embargo, intentó crear la primera nación mediante el crowdfunding con un éxito relativo: quedó muy lejos de su objetivo de recaudar 250.000 dólares.
Disney ya está barajando la idea de adaptar la historia de Jeremiah al cine. Suponemos que también aparecerá Suyash I. Una historia, sin duda, de película .