Huéspedes indeseables (y famosos) (2)

Venimos siguiendo el listado de los peores huéspedes de hotel, realizado por el sitio concierge.com.

Las excentricidades de las “estrellas” llegan a límites absurdos.

Mariah Carey suele pedir que sus suites de hotel tengan grifos de oro y que los inodoros tengan cubiertas a estrenar.

Sólo debe haber agua mineral de marca francesa y exclusiva tanto para ella como para su perro.

En el año 2005, hizo que el Hotel Baglioni de Londres extendiera una alfombra roja bordeada de velas blancas para acceder desde la limusina al lobby del hotel. Y el hotel Claridge de la capital británica tuvo que instalar un gimnasio (que le costó más de 10.000 euros) al lado de su suite.

Un huésped alojado en el hotel Mercer de Nueva York quería hablar con su esposa del otro lado del mundo. La comunicación se cortó y el cliente enfurecido arrancó el aparato telefónico de la pared, bajó al lobby y le abrió la frente al conserje con él.

El cliente en cuestión es el actor australiano Russell Crowe y tuvo que enfrentar un juicio por daños.

¿Quién no se ha llevado alguna vez de "recuerdo" un souvenir del hotel? Muchos de ustedes tendrán una toalla con la marca de alguno (¿yo? nooooooo...) ¿Saben quién compartía la afición de quedarse con las toallas ?

George Shultz, quien fuera Secretario del Tesoro, Secretario de Trabajo y Secretario de Estados de los Estados Unidos con 2 presidentes. Los empleados del Hotel de Crillon de Paris conocían su "descuido", por lo que en una visita del vice presidente de entonces, le negaron las toallas y le pasaron la factura por las desaparecidas.

Vía | Concierge.com.

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