En el año 2020, cuando casi de un día para otro se precipitaron los acontecimientos y pasamos de tener una vida normal a vivir en una pandemia, las calles de Valencia tenían todo preparado para su gran fiesta. En las calles se quedaron para posteriormente recogerlas sin que su destino fuera el fuego, pero todo apunta a que este año será diferente, porque habrá Fallas en Valencia en 2021, pero serán atípicas y en el mes de septiembre.
Evidentemente no van a parecerse ni de lejos a lo que nos tiene acostumbradas las Fallas, ya que por mucho que sea una celebración al aire libre la vida ha cambiado tanto como para todavía ver muy lejos los actos multitudinarios, pero desde luego es la recuperación de una celebración que va en el ADN de Valencia y que todos queremos ver.
Ya tenemos fecha y serán del 1 al 5 de septiembre, o por lo menos son esas las fechas que el Ayuntamiento presentará a la asamblea general de la Junta Central Fallera. Por supuesto, para todo ello tendrán que cumplirse una serie de requisitos, entre los que está el primordial de que, al menos, un 70% de la población esté inmunizado a través de la vacunación y que haya un riesgo bajo de transmisión (por debajo de 50 casos por cada 100000).
Si las circunstancias son propicias los ninots volverán a las calles el 31 de agosto, con la plantà infantil. Dentro de los actos considerados imprescindibles estará la plantà, unida al tradicional concurso de premios, ofrendas distribuidas en varios días y la cremà, por supuesto. Lo que está en el aire y por pactar son los posibles espectáculos pirotécnicos, que habrá pero sin previsión de ser masivos. Por supuesto, espacios bien delimitados para las comisiones en la calle y la figura obligatoria del Coordinador Covid.
Quedan por ver los diseños, esas maravillas que nos dejan a todos con la boca abierta, con la posibilidad de recuperar algunos de los que se desmontaron el año pasado y que están almacenados en la Feria de Valencia o en almacenes municipales. No obstante, todo eso habrá que valorarlo, ya que estas construcciones efímeras están hechas para morir pasto de las llamas y su almacenamiento las habrá deteriorado, haciendo que pierdan consistencia para poder formar parte de nuevas estructuras.
Pero todo da igual, la ilusión de recuperar la fiesta, aunque sea fuera de fecha, y que tenga una importante repercusión en la economía de la ciudad, está ahí y desde Diario del Viajero estaremos bien atentos a todas las novedades.
Imágenes | David Mark, chusa8, Rubén M. i Santos