Según el mandatario, "en la era del turismo global las personas cada vez encuentran menos cosas familiares y más diferentes. Esta realidad ha provocado el aumento de tensiones religiosas e interculturales, así como el crecimiento de la alienación entre amplios segmentos de la población mundial."
Asimismo aboga por un diálogo constructivo entre las personas, las comunidades y las naciones para promover la idea de que la diversidad es una virtud y no una amenaza.
Podemos poner estas declaraciones en relación al Turismo Responsable, del que ya hemos hablado aquí en ocasiones, como contraposición al turismo de masas y otros tipos de turismo ciertamente perjudiciales, que están en la mente de todos.
Los viajes deberían servir para integrar y no para separar, para mejorar nuestra relación con otras culturas y no para fomentar odios ni fobias. Es nuestra responsabilidad como viajeros aportar al lugar que visitamos algo de lo que nos llevamos.
¿Qué opinais vosotros?
Vía | Reuters