Como ya conté me tocó vivir la experiencia de la t4 que fue trágica y pudo ser peor. Puede que no sea una historia del perfil del Diario del Viajero pero creo que merece la pena que sepáis lo que pasó, si queréis otra visión de lo ocurrido un lector me ha dejado esta perla.Después de la larga espera, se desalojó a aquellos que tenían Madrid como destino y se las sacó en autobús desde la misma pista. Los demás esperamos pacientemente para subir de nuevo a la terminal por un finger.
Como anécdota vi a Pepu Hernández, el seleccionador nacional de baloncesto, si iba a Madrid saldría en los autobuses primeros. Más tarde vi al futbolista del madrid Casano. De estas movidas no se libra nadie.
Querría mencionarque los empleados del aeropuerto hicieron fantásticamente su trabajo, a pesar de las quejas de algunos pasajeros que tuvieron muy poca consideración por la situación; a la 13.00 se restablecieron los servicios y yo cogí mi vuelo sin ningún retraso lo cual aún me produjo más extrañeza. Mis tediosas 3 horas de espera habían pasado en un suspiro y había experimentado todo tipo de sensaciones: miedo, ira, melancolía y una ligera alegría por ver que hay gente humana que salen en estas situaciones límite.
Era impresionante ver que las cafeterías se llenaban de gente, y sólo algunas tiendas del aeropuerto permanecían cerradas mientras fuera el humo seguía recordándonos que aquel día no era uno más en la T4. Alguno dirá, ¿y esto que tiene que ver con el Diario del Viajero? Sólo puedo decir que para mí fue un viaje de más de 3 horas.
Bomba en la T4 parte1 | Historia primera parte