El pasado 5 de junio Apple presentó sus primeras gafas de realidad mixta: Apple Vision Pro. Unas gafas que combinan realidad aumentada y realidad virtual, mientras prometen hacernos sentir las interacciones con el contenido digital más reales que nunca.
Saldrán a la venta, si todo va bien, el año que viene, con un precio alrededor de los 3.499 dólares, y ya hay medios que se preguntan si van a suponer la muerte del turismo tal y como lo conocemos.
¿Nos quedaremos atrapados en las imágenes de nuestros lugares favoritos? ¿Se venderán como una alternativa sostenible a los aviones y los cruceros? ¿Renunciaremos a salir de casa? ¿O estamos, una vez más, alarmándonos sin motivos? Esto es lo que sabemos, de momento.
Viajar desde el sofá de casa
Son muchas las novedades que aporta Apple Vision Pro, empezando por un sistema que estará controlado por nuestros ojos, manos y voz. De esta forma podremos navegar por las aplicaciones solo con mirar, seleccionar moviendo los dedos en el aire, o dictar lo que queramos.
En esta presentación aparecen resumidas todas las posibilidades de este dispositivo:
En el minuto 1:35 del vídeo se muestra cómo podremos sumergirnos en imágenes y vídeos como si estuviéramos allí. Con mundos reales, inventados, o incluso recuerdos de nuestros propios viajes, ya que las gafas son capaces de grabar en 3D, capturando fotos y vídeos tridimensionales a escala real.
Cada toma se expandirá y nos envolverá en ella, creando la sensación de que estamos delante del sitio realmente. Así podremos explorar destinos desconocidos o volver a revivir el pasado, una y otra vez. Esto último, ¿no suena un poco a capítulo de Black Mirror? Aunque teniendo en cuenta que la batería externa dura dos horas, habrá que seleccionar muy bien qué partes de nuestras vacaciones queremos guardar para siempre.
Reconozco que siento curiosidad por cómo será cruzarme con turistas que vayan por la calle con las gafas puestas, pero todavía no se me han despertado las ganas, ni por asomo, de ser yo uno de esos turistas.
Respecto a viajar desde el sofá, sí me gustaría probarlo; sin embargo, creo que todavía le faltan muchas cosas a las Apple Vision Pro para sustituir a los viajes físicos.
Viajar no es solo imágen y sonido
Suponiendo que Apple consiga una experiencia inmersiva tan realista que de verdad nos parezca que nos hemos transportado mágicamente, por ejemplo, a una playa de Málaga, seguirá sin ser comparable con estar físicamente allí.
Un viaje no es solo una sucesión de imágenes y sonidos. También participan, y mucho, el olfato, el tacto y el gusto. Sentir la brisa marina en la piel, el olor de los espetos de sardinas asándose al calor de las brasas, saborear una ración de pescaito frito con una cerveza bien fría… Son tantas las cosas que no pueden darnos las gafas.
Enrique Dans se planteaba en su blog que quizá en un futuro serán adecuadas para sustituir las visitas a los museos. Puede que esa sea la atracción turística más fácil de reemplazar. Pero hoy en día ya podemos ver las exposiciones del Museo del Prado con todo lujo de detalles en casa, y no renunciamos al placer de trasladarnos hasta allí para contemplar las versiones auténticas de los cuadros.
Necesitamos compartir el mismo espacio con algunos objetos y todavía más con otras personas. Tanto si viajamos solos como acompañados, cuando nos desplazamos a otro territorio, también nos gusta interactuar con los residentes, conocer cómo son sus rutinas, hacer amistades… Dejar un poco que la vida nos sorprenda. Algo que no nos pueden ofrecer las gafas de Apple, por más que presuman de 4K y tecnología micro-OLED.
Así que mi respuesta a la pregunta del titular, sobre si las Apple Vision Pro serán el fin del turismo, ahora mismo es no. Sin estar del todo segura si lo que estoy formulando es más un deseo que una predicción.
En cualquier caso, habrá que esperar para conocer el desenlace. En 2027 retomamos este artículo y vemos qué tal va la cosa…