Un establecimiento que se presenta como el más grande de este tipo en el mundo pero, además, uno de los más polémicos gracias a algunos de los objetos que allí se exponen.
Es que el edificio, de 800 metros cuadrados, se alza muy cerca de la calle Arbat, una de las más visitadas por el turismo que visita la capital rusa. Un sitio en el que los visitantes podrán encontrar más de 3 mil objetos sexuales.
Entonces, allí se exhiben esculturas de animales en pleno acto sexual, preservativos, muñecas de goma, vaselina, estatuas y pinturas. Y es justamente un cuadro lo más controversial de la exposición dado que allí aparecen Obama y Putin, dotados con varios penes de diferentes colores.
Así, el museo fundado por Alexandr Donskói cuenta además con un sex shop y un café, abre las 24 horas y los siete días de la semana y se accede tras el pago de una entrada de 8 euros.
Vía | Generacción En Diario del Viajero | Manual del sexo en vuelo