El Museo Nacional de Arte Romano de Mérida alberga las piezas arqueológicas más importantes que nos acercan al legado de romanidad de la colonia Augusta Emérita. Aquí se exponen, entre otras cosas, las piezas originales (estatuas, cornisas, mosaicos…) de monumentos insignes de Mérida, como son el Teatro y el Anfiteatro o la entrada al Foro Romano, donde lo que vemos son réplicas plásticas de éstas.
La sede actual del museo, obra de Rafael Moneo inaugurada en 1986, sustituyó al anterior Museo Arqueológico de Mérida, cuya creación data de 1838 y recibió fondos de colecciones privadas que se remontan al siglo XVI. El enclave del Museo Nacional de Arte Romano no puede ser más idóneo: junto al Teatro y Anfiteatro que tantos visitantes reciben cada año, creando en poco espacio una experiencia cultural muy completa. En el solar del mismo se encontraron, además, nuevas piezas que se incorporaron a sus fondos museísticos.
El impresionante edificio de Moneo es, a parte de bello de por sí, un ejemplo de construcción perfectamente pensada para su finalidad y la envidia de muchos museos del mundo. Es funcional, la luz natural entra pero no molesta y las piezas están cómodamente distribuidas.