Hay veces en las que además de viajar, nos gusta leer sobre viajes. Las guías nos atraen y son muy necesarias, pero también nos gusta leer cosas diferentes, diarios de viaje que te cuentan cómo es un lugar sin caer en tópicos y clichés. La parte oculta de una ciudad que se conoce perdiéndose por las calles y evitando lo turístico y masificado. Y como estamos en época de regalar nos permitimos abrir una pequeña ventana hacia los libros viajeros y os enseñamos "Río, 21 grados", un libro que nos ofrece una visión diferente de Brasil.
No lo hacemos con la asiduidad que nos gustaría, porque nos gusta hablaros de hoteles, ciudades y museos, pero aconsejar un libro, regalar un libro está siempre entre nuestras ideas, así que con la Navidad ahí toda idea de qué regalar es siempre buena.
Algo tiene que tener Río de Janeiro para ser la cuidad que más interés recibe de todo Brasil. Sí, ya sabemos que está el Carnaval, el fútbol, las playas, las favelas, la gastronomía y algún otro tipo de turismo (por llamarlo de algún modo) que despreciamos, pero es mucho más. Río fue la capital del Imperio Portugués cuando la familia real salió huyendo de Lisboa tras el acoso de las tropas napoleónicas.
Esa grandeza de su pasado colonial sigue estando ahí a la vista de todos y según se avanza en los capítulos de 'Río, 21 grados' se puede pasear casi de la mano de José Manuel Blanco por esas calles y ver a vecinos y turistas que caminan sin camiseta y sin complejos e incluso entrar en el Museo de la República que guarda "tesoros" como la primera bandera de Brasil o un pijama ensangrentado con un tiro a la altura del corazón. También si alzas tu vista hacia una colina cercana al centro financiero encontrarás un retablo barroco.
"Río, 21 grados" es un recorrido alternativo por la llamada Ciudad Maravillosa que nos enseña a degustar su cocina típica mezcla de inspiración europea y africana. Conoceremos la costumbre de comer la pizza con cubiertos y con kétchup por encima o ver como las calles, en coche, se convierten en una continua carrera, o descubrir que si viajas en autobús las barras son tus mejores amigas. Y la impuntualidad. O los taxistas que siguen viendo su telenovela mientras te llevan de un lado al otro. Todo eso contado con humor y de una manera que te atrapa.
Este libro del periodista José Manuel Blanco es una declaración de amor a una ciudad de la que comprenderás muchas cosas cuando termines de leerlo. Una mezcla de libro de viajes, relato biográfico y reportaje periodístico. Uno de esos libros diferentes que nos gusta aconsejar.
Imágenes | XPhere, Rodrigo Soldon, Poswiecie