Una guía de viajes es una de las herramientas más útiles que podemos llevarnos en nuestras escapadas de fin de semana, nuestras vacaciones veraniegas o en nuestros viajes más ambiciosos. Incluso aunque ahora todo lo veamos a través de internet, o nos descarguemos en el móvil apps variadas que nos ayuden a organizar nuestras visitas, las guías en papel continúan siendo un clásico.
Más o menos, todos tenemos nuestras favoritas y todos tenemos una lista de las cosas imprescindibles que debe tener una buena guía de viajes. Al fin y al cabo, todas incluyen varios aspectos básicos (introducción al país o ciudad, las visitas típicas, los sitios donde comer o ir de compras, una explicación básica del funcionamiento de su sistema de transporte público, etc.), y es en la manera en la que los tratan, o en cómo van más allá de ellos, donde podemos encontrar la guía ideal. Los editores de Diario del Viajero hemos elaborado nuestra lista de los 10 imprescindibles que esa guía ideal debe tener.
1. Que esté actualizada
Esto puede parecer un poco obvio, pero si viajamos a China en 2016 con una guía cuya última edición es de 2012, a lo mejor nos encontramos con que ha habido algunos cambios en los lugares que vayamos a visitar, como que hayan cerrado o la entrada se haya restringido desde entonces. Es cierto que la elaboración de estos libros lleva su tiempo, si se quiere hacer bien, pero disponer de una guía lo más actualizada posible es siempre un punto importante.
2. ¿Qué pasa con el WiFi de los hoteles?
Una de las decepciones más comunes cuando llegamos a un hotel es que el Wi-Fi no funcione como dice su página web o como explica nuestra guía. Dependiendo del país y del hotel, podemos tener WiFi gratis sólo en la recepción, en todo el establecimiento, sólo por una hora, previo registro y con pago por minutos... Teniendo en cuenta que viajamos cada vez más conectados, que las guías de viajes nos ofrezcan información contrastada y real del funcionamiento de las redes WiFis públicas y de los hoteles es un aspecto muy importante.
3. Las convenciones sociales
Una parte importante de los viajes es poder conocer a los locales. La interacción con ellos, incluso aunque sea sólo para comprar una botella de agua, forma parte integral de la experiencia de visitar otro país, y hay que saber cómo comportarse socialmente para no meter la pata y pasar un mal rato. En la India, por ejemplo, es común que una persona a la que acabas de conocer te pregunte directamente a qué te dedicas, dónde has estudiado o si estás casado/a; es su manera de saber cómo pueden hablar contigo, si de igual a igual o de un modo mucho más formal. Si una guía de viaje te cuenta todo eso, te ahorrará algunos malentendidos.
4. ¿Dónde puedo ir que no esté lleno de turistas?
Una guía que no detalle los sitios imprescindibles para ver en una ciudad, no es una buena guía. Pero esos sitios, lógicamente, son los más populares y los que están siempre más atestados de otros turistas como nosotros. ¿Qué hacemos si no queremos tener que pegarnos para poder entrar en la basílica de San Pedro de Roma, por ejemplo? Un añadido interesante a estos libros son consejos sobre otros lugares que merezca la pena visitar y que sean menos frecuentados por los turistas. Si, pongamos por caso, no queremos soportar una cola kilométrica para entrar en el Museo del Prado de Madrid, que la guía nos aconseje pasarnos por otro museo menos saturado, pero igualmente interesante, como el del Romanticismo, puede ofrecernos una opción a considerar.
5. ¿Y cuánto hay que esperar en el Empire State?
Un poco unido a lo anterior está el siguiente imprescindible, para nosotros, que debe tener la guía de viajes ideal: información de lo que hay que esperar para entrar en determinados sitios. Puede ser muy útil que te digan que, si se te ocurre viajar a Nueva York en la semana de Acción de Gracias (culpable), la cola para subir al Empire State de noche puede pasar tranquilamente de la hora, por ejemplo. O que te expliquen que no te hagas ilusiones de ver a gusto la Mona Lisa en el Museo del Louvre: siempre está rodeada de gente sacándole fotos.
6. Los precios de las entradas
El otro aspecto importante a la hora de organizar nuestras visitas a museos, monumentos u otros lugares de interés es cuánto cuesta entrar en ellos. Pero de verdad. Que la guía te especifique lo que cuesta entrar en la Ciudad Prohibida de Pekín es información muy relevante para la organización del viaje. Y lo mismo si lo que queremos es ver algún evento concreto. Ya que antes hemos mencionado Nueva York, es muy útil que la guía cuente que, por ejemplo, una entrada de Broadway puede pasar fácilmente de los 100 dólares (aunque exista la opción de las ofertas de última hora de TKTS).
7. Consejos de comida callejera
Todas las guías incluyen siempre un apartado sobre lugares donde comer. Lo más común es que sean restaurantes, algunos más chic y otros un poco más populares, pero a veces se echan de menos recomendaciones de comida callejera, que en el sudeste asiático es un aspecto muy importante del viaje. No sólo de platos concretos, sino de lugares o puestos, si queremos ser más específicos. Por supuesto, aquí también hay tener en cuenta ciertas recomendaciones para que la prueba de las especialidades culinarias locales no le pase factura a nuestro estómago.
8. Compra local
"Compra local" es un lema que se está poniendo en práctica en no pocas ciudades para fomentar los comercios más pequeños frente al empuje de las grandes superficies. Descubrir esas tiendas puede ser también uno de los placeres del viaje, y que una guía las incluya entre sus recomendaciones de dónde hacer nuestras compras ayuda a enriquecer la estancia; que no sean todo grandes almacenes o tiendas de lujo, sino que haya espacio para establecimientos más "de barrio".
9. Consejos culinarios de primera mano
¿Otro imprescindible más de comida? Pues sí, porque es una de las partes fundamentales de todo viaje. Y porque, a veces, es también uno de los aspectos más descuidados de las guías. No basta con hacer un listado de los restaurantes más conocidos de una ciudad; si, además, se nota que el autor de la guía los ha probado de primera mano, y recomienda qué pedir en ellos, ya sube muchos puntos. Te pueden decir, por ejemplo, que si vas al Café Majestic de Oporto, que pidas su sandwich mixto (de "queijo e fiambre"), o pueden orientarte sobre cómo pedir los platos en Jing Fong, un clásico restaurante de dim sum en la Chinatown neoyorquina en el que el servicio va a toda velocidad.
10. ¿Pero este sitio merece la pena?
En ocasiones, las guías de viajes incluyen recomendaciones de lugares a visitar que, a lo mejor, no lo merecen tanto. Puede ser muy útil que te cuenten que, si vas a Palencia, que te pases por el pueblo de Támara de Campos para ver su espectacular iglesia catedralicia de San Hipólito el Real, pero también es útil que te indiquen que no hay nada más que ver allí (eso sí, la iglesia merece realmente la visita). No en todas partes hay multitud de visitas interesantísimas que haceer, y está bien que las guías sean honestas sobre ello.
¿Cómo lo veis vosotros? ¿Qué otras cosas imprescindibles añadiríais para que una guía de viajes fuera la ideal?
Imagen | Charleston's The Digitel, Jen DeVere Warner
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