A los pies de la Acrópolis, en pleno corazón de Atenas, se halla el pintoresco barrio de Plaka, centro de la vieja Atenas bizantina y otomana, recuerdo de cuando la ciudad era un pueblo de poco más de 10.000 habitantes rodeado de ruinas, antes de convertirse en la capital de la moderna Grecia.
Monastiraki es la principal entrada a Plaka. Se trata de una plaza peatonal conectada a la calle Ermou, una arteria también peatonal que es además la mayor calle comercial de Atenas y que nace en la plaza de Syntagma, frente al Parlamento.
Los alrededores de Monastiraki son la zona más concurrida por los turistas. Decenas de tiendas de souvenirs, ropa o arte, con los dueños sentados en butacas en plena calle tomándose su café 'frappé' o fumando un cigarro. Mención especial merece la calle Ifestou, con tiendas de lo más variopinto, incluyendo muchos establecimientos de antigüedades o librerías de segunda mano.
Es precisamente en esta calle y sus alrededores (llegando hasta Thisio) donde cada domingo se instala un mercadillo en el que se puede comprar prácticamente de todo. Hasta los hay que montan el salón de su casa en plena calle y lo venden entero, televisor de plasma incluido.
Por su parte, la Platia Mitropoleos es el lugar perfecto para tomar algo de comida rápida al estilo griego: pita gyros, souvlaki, kebap y otras especialidades, acompañadas de una cerveza Mythos y por supuesto con el correspondiente 'frappé' de sobremesa. La paralela Pandrosou es el lugar que concentra las tiendas de artesanía y recuerdos.
Monastiraki es perfectamente accesible con su estación de metro. De hecho, es uno de los lugares de encuentro favoritos de atenienses y expatriados. En su exterior hay bullicio durante las 24 horas del día. Desde vendedores ambulantes de fruta hasta hordas de turistas pasando por los omnipresentes perros callejeros.
Plaka, la vieja Atenas
El barrio de Plaka, construido en la ladera de la Acrópolis, es el más viejo de Atenas (aún habitado, evidentemente existen ruinas clásicas muchísimo más antiguas). De hecho, 'Plaka' significa 'viejo' en el dialecto arvanita, un lenguaje emparetado con el albanés, hoy en día prácticamente extinto.
Se trata de un laberinto de callejuelas y escaleras, que baja desde la Acrópolis hacia la zona de Monastiraki, la calle Ermou y la avenida de la Reina Amalia (Vasilisis Amalias). Sus casitas blancas y su estructura irregular heredada de la época otomana recuerdan más a los pueblos de las islas griegas que a una gran capital como Atenas.
El barrio es totalmente peatonal, de hecho por la mayoría de sus calles no cabría un automóvil. A parte de las omnipresentes tiendas de recuerdos, Plaka está llena de tavernas (con 'v'), los típicos restaurantes griegos donde se comen mezedes (raciones) acompañadas de abundante vino y habitualmente con música en directo, una de las manifestaciones más genuinas de la cultura griega.
En Plaka se pueden encontrar además abundantes ruinas clásicas. La calle Adrianou es la más antigua de la ciudad, conserva su trazado desde los tiempos clásicos. Muy destacada también es el Ágora Romana. Plaka se encuentra además en el cruce de caminos entre la Acrópolis, el Templo de Zeus Olímpico y la Vieja Ágora.
Plaka destaca por su autenticidad. Es uno de los pocos lugares no profanados de Atenas, y actualmente su arquitectura está estrictamente protegida. Por ello, y también por ser un oasis de tranquilidad en medio de la caótica capital griega, suele ser el lugar favorito de los turistas.
Ya hablamos en este especial de la Atenas neoclásica, y hablaremos también de la Atenas clásica. Monastiraki y Plaka representan otra Atenas: la de herencia bizantina y otomana.
Imágenes | Panoramas, Ignacio Munguía, Javi Novo. En Diario del Viajero | Un paseo por la Atenas neoclásica