Claro, ahora te preguntarás cuál fue la maravillosa idea de este hombre de 63 años. Pues poner a trabajar a sus dos mascotas. Se trata de dos monos macacos que se pasean por las instalaciones procurando brindar el mejor servicio a los clientes de toda la vida y a aquellos nuevos que, sin dudas, quedan asombrados por la presencia de los animales y por la atención que éstos brindan.
Así, Yat-Chan, el mayor de los primates, es quien se encarga de entregar las bebidas mientras divierte a los visitantes con bailes, gestos y saltos. En tanto, Fuku-Chan fue el elegido para entregar a cada cliente su toalla caliente, tal y como indica la costumbre japonesa.
Entonces, cuando los monos cumplen con su labor y la gente queda contenta con la atención, se les entregan granos de soja a modo de premio o propina. Y es que, si ellos trabajan a la par de los humanos y visten uniformes como ellos, está muy bien que reciban una retribución material además de las “muchas gracias”.
Un atractivo más en Japón, pero un atractivo que no creo que sea bien visto por las sociedades protectoras de animales…
Vía | Minuto Uno Diario del Viajero | Viajar a Japón