Seguimos con el adrenalínico blogtrip que iniciamos en la primera parte de este artículo, explorando los rincones más espectaculares y distintivos de Malta. Con una advertencia: en las siguientes líneas están a punto de brotar abundantes dosis de kitch.
Pero llega más adelante. Primero a desayunar en el Excelsior, como cada mañana, y luego...
Mercado de Marsaxlokk
A primera hora de la mañana tuvimos la oportunidad de recorrer el mercado dominguero que se celebra en Marsaxlokk, un tradicional pueblo de pescadores. Marsa significa "puerto" y xlokk, "sureste" en la lengua local, aunque guarda relación con "xaloc", equivalente en catalán para el siroco, el viento que sopla desde el Sáhara.
El mercado es muy pintoresco y local. La mitad del mismo está dedicado al pescado, pero en el resto pudimos encontrar toda clase de cosas, desde juguetes hasta discos de vinilo. Aunque no os interese particularmente comprar algo por aquí, recorrer el mercado de arriba a abajo es una excelente forma de conocer parte de la idiosincrasia maltesa, su vida más auténtica, aquellas cosas que difícilmente quedan reflejadas en las guías turísticas o alrededor de los monumentos famosos.
También es el mejor sitio para ver los pintorescos y tradicionales barcos pesqueros malteses, los Luzzus, con el mítico ojo pintado en sus proas.
Birgu
Birgu (o Vittoriosa) es una ciudad detenida en el tiempo, aislada de ruidos, como una suerte de museo viviente. Cuando los Caballeros de San Juan arribaron en 1530, establecieron Birgu como capital de Malta, sustituyendo a su antigua capital, Mdina.
Ya os podéis imaginar: calles estrechas, empinadas y rebosante de la personalidad tradicional de los malteses. Cada recodo descubre una pequeña obra de arte en forma de escalinata, de fachada o incluso de picaporte, como el siguiente:
En el mismo Birgu, tomamos un café en San Lawrenz, que cuenta con una encantadora terraza interior donde siempre corre la brisa por muy caluroso que sea el día. Lo mejor fueron los pastizzi (un trozo de hojaldre relleno con requesón o con puré de guisantes). Aún los recuerdo deshaciéndose en mi paladar.
Paseo en barco tradicional
Cerca de allí nos dividimos en grupos de seis, y tomamos un barco tradicional maltés, la Dghajsa, muy similar a una góndola. Se balanceaba como una mecedora, la madera gemía. Como un precario acordeón flotante. Pero no hay manera más auténtica de recorrer uno de los puertos naturales más grandes e impresionantes del mundo.
El Fuerte de San Elmo, Las Tres Ciudades, el Fuerte de San Ángel, La Valeta... esta pequeña singladura nos permitió descubrir la magnitud escenográfica de Malta. Porque Malta desprende un aroma valetudinario, sí, pero también épico, como de centro de grandes acontecimientos históricos. No en vano, desde el barco oteamos el plató natural donde rodaron películas como Gladiator. Y Guerra Mundial Z también se rodó recientemente aquí.
Don Berto
En Don Berto nos pusimos de nuevo las botas. Las vistas eran excepcionales: podíamos contemplar parte del paisaje que ya nos había rodeado durante nuestro paseo en barco tradicional. Y la comida, bien, las imágenes son elocuentes:
Blue Grotto
Blue Grotto es en realidad una serie de cavernas del mar en la costa sur de Malta, al oeste del Wied iz-Zurrieq, a unos 13 kilómetros de distancia de Valetta. Después de la comida, nos dirigimos hacia allí en una barca, como podéis ver en este Vine:
Contemplamos la enjoyada superficie del mar, en algún punto tan azul y refulgente que recordaba a un fondo de pantalla de Windows o a un enorme acuario natural. La típica imagen que uno ve por Internet y enseguida le da a botón derecho, click, guardar como… No me extraña que este lugar haya sido empleado en una escena de la película Troya, protagonizada por Brad Pitt.
La ubicación de las cuevas, combinado con la inclinación de la luz solar, arranca innumerables tonos de azul al agua. Varias cuevas también reflejan los brillos fosforescentes de la flora submarina.
Templo megalítico
Visitamos las estructuras más antiguas que se mantienen en pie sin sujeción, los templos de Hagar Qim y Mnajdra, que forman parte de los Sitios Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
El templo recuerda a Stonehenge, pero aún es más antiguo. También es más antiguo que las pirámides de Egipto. Y es que Mnajdra fue construido en el 3000 a.C. Está compuesta por piedra caliza de origen coralino.
Allí vi más ejemplares de esa ubicua mujer obesa tallada en piedra que recuerda a la Venus de Willendorf o a las mujeres que pintaba Rubens, de pechos grandes, muslos rotundos y un vientre hinchado semejante a un odre gigantesco, como una ubre inguinal trastesada hasta el límite de su capacidad. Durante las excavaciones se encontraron en su interior varias deestatuas de "mujeres gordas", que ahora son un símbolo de Malta que dicen que otorga suerte.
Fiesta Dress Code White Westin Dragonara
La fiesta chez Westin Dragonara empezaba a las 19:00, para así contemplar el ocaso del sol todos juntos. Sólo había una norma: debíamos vestir de blanco. En plan secta.
Os podría poner aquí innumerables fotos, vídeos y audios, pero no sería suficiente. Ni siquiera los filtros de Instagram o el tunneo de la edición de vídeo de Vine alcanza para transmitiros la magia de aquella noche. Tampoco alcanza la retórica que pueda desplegar en este texto. Porque algunas experiencias, aquella noche, y una docena de momentos repartidos en estos cuatro días en Malta, exceden las prestaciones técnicas de cualquier cámara, smartphone o gadget viajero. Ésas se quedarán para mí, y nunca las olvidaré.
Además del premio de cocina, que los españoles obtuvimos, durante la fiesta también se entregaron otros premios: Most European (or sociable) blogger y Most productive blogger y Most courageus blogger.
Finalmente, os muestro la foto finish que recuerda poderosamente a la portada de una soap opera tipo Falcon Crest. O un spot de Bacardi un poco kitch.
Malta 5D
Al día siguiente, aún arrastrando la terrible resaca de la noche anterior, visitamos los Barakka Gardens, y a continuación vimos una película de la historia de Malta.
En Valletta, concretamente en el 7 de Old Bakery Street, tuvimos la oportunidad de asistir a una sesión cinematográfica de la atracción Malta 5D. ¿5D? ¿No estábamos en el 3D? Pues no, también hay películas en 5D, como la presente, que te permiten acceder en este caso en la historia de Malta en 3 dimensiones visuales, además de movimiento de butaca sincronizado con la imagen y sensaciones táctiles (ráfagas de aire, agua pulverizada, cosquillas en las piernas, etc).
Un complemento ideal para redescubrir muchos de los enclaves que ya visitamos en las últimas horas.
Casa Rocca Piccola
Sin salir de Valetta, visitamos Casa Rocca Piccola, una mansión de una familia noble maltesa que se ha reconvertido en museo a fin de que el visitante descubra cómo vivían esta clase de familias desde el siglo XVII.
Horror Vacui. Mixtura de adornos. Palimpsesto de estilos. Entrañable y tétrico a un tiempo. Escalinatas de mármol, balaustradas, estatuas, florones, guirnaldas de yeso, aire ceremonioso, sillas de altos respaldos. Un ímpetu estético que crecía desaforada como la yedra.
Bajo tierra descubriemos un enorme complejo de refugios para protegerse de los ataques durante la guerra mundial. El refugio iba trocándose en opresivo y claustrofóbico, y cuando estaba a un tris de creer que nos habíamos metido en un intestino pétreo sin salida, desembocamos en una gran sala abovedada con salidas equidistantes en las paredes. Como si estuviéramos en The Cube. O en Saw. O en Perdidos.
Enseguida se me llenaron los pulmones de los efluvios en cautiverio de aquel lugar. A continuación, un pequeño montaje de nuestro descenso realizado por Pakus:
Agradecimientos
Y hasta aquí una pequeña síntesis de los momentos más memorables de este viaje de blogueros europeos por Malta. No soy aficionado a la gazmoñería buenrollista y a los chutes hiperglucémicos que Danielle Stelle vende en forma de libros, pero soy completamente sincero y sentido en las siguientes palabras dedicadas a mis compañeros de viaje.
En primer lugar, infinitos agradecimientos a Sergi y Nil, de Globally, y a nuestra guía Nicolette, que velaron siempre por nosotros, obraron como Cicerones y, por qué no, como alquimistas de esta gran experiencia. Tampoco me olvido de ti, Ana, que siempre estuviste desde la distancia retwitteando nuestras aventuras: virtualmente viajaste con nosotros.
Tampoco me olvidaré nunca de los bloggers españoles a los que acompañé en este blogtrip, así que ahí va una pequeña dedicatoria para cada uno de ellos:
-Pakus (Paco): se descubrió como tan buen tío que habría que tomarle una muestra de ADN con una torunda de algodón y clonarlo. Varias veces. Así el mundo sería un lugar un poco mejor. Además, gracias a su sapiencia gastronómica nos hicimos con el primer premio de cocina.
-Kahlo de Dadanoias (Marta): nunca olvidaré nuestras conversaciones, ni el vivaracho pelo que, a veces, ejercía de antifaz para sus ojos negros y recónditos como minerales sin desvenar. Tampoco olvidaré su aire de señorita desvalida y fuerte a la vez, de señorita clorótica y lírica con la que tantas cosas me unían (y eso que tiramos poco del hilo).
-Mayte: como buena modelo y erudita de la estética, siempre la recordaré posando para alguna foto (es tan fotogénica que no me extraña); pero tampoco olvidaré algunas conversaciones que mantuvimos, que me demostraron que es una chica cercana y amable.
-Avistu (José Ramón): a pesar de que me confesó que sufría de episodios de ansiedad, a mí me transmitió la sensación de que peregrinaba a Oriente para estudiar yoga en la ribera del Ganges, o algo así. En cualquier caso, no importa donde este experimentado viajero fuera, sin duda me apuntaría con él a la aventura. Y aunque no nos movamos del sitio, siempre será un placer mantener largas conversaciones sobre viajes en una mesa, como ocurrió.
Aparte quiero recordar algunos bloggers de otras nacionalidades que también me costará olvidar, como Princess Casius, sin duda la sensación estética del viaje, siempre simpático y sonriente, llamativo, avanzando con elegancia estoica, con su pelo enorme, esponjoso, como un casco de astronauta, como cincelado en carbón vegetal. O como la communty manager del equipo de bloggers de Francia, una simpática francesa oriunda de Nantes que a menudo se unía a nosotros porque se aburría con los miembros de su equipo; tampoco olvidaré su gran tatuaje dibujado por ella misma. O como la blogger alemana Anja Beckmann y sus impresionantes fotografías gastronómicas.
Nota | Este viaje se realizó gracias a una invitación de Visitmalta sin que mediara ningún compromiso de opinión o publicación.
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