Al sur de Holanda encontramos la ciudad de Middelburg, capital de la provincial de Zelanda y principal localidad de la isla de Walcheren. Se trata de una urbe pequeña pero preciosa, llena de edificios históricos que recuerdan su época de máximo esplendor, entre los siglos XV al XVII, y cuyas calles se disponen de una forma casi laberíntica.
El trazado de Middelburg es un recuerdo palpable de su pasado amurallado, desde los canales que zigzaguean respetando los antaño lugares defensivos de la fortaleza y hoy ocupados algunos por molinos, hasta las calles que forman círculos concéntricos entorno al casco viejo.
En el centro del círculo más interior está la Abadía (Abdij), uno de los edificios más destacados de Middelburg que fue fundado en 1103 los premostratenses, quienes dieron uso de él hasta 1559. Actualmente es la sede del gobierno provincial. Adosadas a la Abadía se encuentran dos iglesias: la Koorkerk del siglo XIV, y la Nieuwekerk del siglo XVI, cubierta por una curiosa bóvida estrellada de piedra.
Entre ambas iglesias, se alza la torre octogonal de la Abadía, apodada Juan el Largo (Lange Jan) por sus 90 metros de altitud, pudiéndose ver desde casi todos los puntos de la ciudad y ofreciendo buenas vistas.
Cerca de la Abadía se sitúan otros edificios que no deberíamos perdernos en nuestra visita a Middelburg: el palacio renacentista Sint Jorisdoelen (1582) y el Museo de Zelanda (Zeeuws Museum), ubicado en la antigua hospedería de la Abadía de Middelburg. En su interior, encontraremos una buena muestra de la historia de la zona: porcelanas de Delft, platerías, objetos de cristal y vestidos antiguos, una serie de tapices de los siglos XVII y XVIII, así como hallazgos arqueológicos que acreditan el paso de los romanos por la zona.
Pero si hay un edificio que aparezca en todas las postales de Middelburg, ese es el Stadhuis, es decir, el Ayuntamiento de la ciudad. Situado en el Markt (la plaza principal), fue construido en 1452 por Anthonis y Rombout Keldermans, autores de la fachada gótico florida, decorada con estatuas de los condes de Holanda, así como del torreón de 55 metros. Éste se compone por una torre central y varias torrecillas angulares unidas al cuerpo principal por arbotantes. Tras los deterioros que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial fue reconstruido y se le añadió el carillón dorado.
Otros puntos de interés de la ciudad de Middelburg son el Kloveniersdoelen y Miniatuur Walcheren. El primero es un bonito edificio renacentista flamenco que fue sede de los arcabuceros y posteriormente hospital mitilar. Por su parte, el Miniatuur Walcheren es un parque que hará las delicias de los más pequeños, donde encontramos una reproducción en miniatura de la isla de Walcheren (a escala 1:20) al aire libre, aunque el acceso es de pago.
Además, Middelburg se encuentra cerca de la zona de los colosales diques del Plan del Delta, por lo que es muy oportuno incluir ambos en la ruta por el sur de Holanda. También cerca de allí es interesante acercarse al municipio de Veere para ver la basílica del gótico tardío Onze Lieve Vrouwkerk, obra de los mismos arquitectos que levantaron el Stadhuis de Middelburg.
Fotos | ednl, Álvaro Onieva
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