Si pudiese elegir entre todos los lugares del mundo, este año me gustaría pasar las navidades en Erice, un pequeño pueblo de construcción medieval situado al noroeste de la isla italiana de Sicilia.
Encaramado sobre una montaña rocosa que dota a sus miradores de una vista privilegiada, los orígenes de Erice parecen remontarse al siglo VI antes de Cristo, cuando el lugar era ocupado por un templo dedicado a la Venus Ercinia, que servía de faro a los marineros.
Pero no es la vista lo que lo convierte, para mí, en un buen destino navideño. Con sus calles estrellas y empedradas, sus iglesias y castillos de cuento de hadas, sus tradicionales tiendas de artesanía, y esas inimitables panaderías donde degustar los dulces más exquisitos, Erice gana puntos como destino romántico para pasar tan señaladas fechas.
Para completar nuestro viaje, a apenas 40 minutos de Erice podemos visitar la costera ciudad de Trápani, donde el casco antiguo que rodea su famoso puerto se convierte en indiscutible protagonista; o las ruinas de Segesta, cuyo bellísimo templo dórico sólo palidece ante el emplazamiento del impresionante teatro griego, con vistas a Trápani y el mar.
Normalmente Sicilia es un destino que se plantea más de cara al verano. Yo, si pudiese elegir entre todos los lugares del mundo para una cena navideña, no puedo imaginar nada mejor que cualquiera de las trattorias de Erice, al calor de una buena estufa y con la melodía de las tarantellas amenizando la velada.
Imagen | Francesco Pappalardo En Diario del Viajero | Viaje a Sicilia: Recomendaciones de la casa, Viaje a Sicilia: Visita a Sicicli