Es que esta reliquia del cristianismo ha sido sacada del sitio en el que se la guarda con mucho cuidado para que el mundo tenga la oportunidad de apreciarla en vivo y en directo durante seis semanas para, luego, volver a ese lugar en el que se la resguarda de cualquier tipo de amenza.
Se trata del Síndone, Sábana Santa o Santo Sudario, una tela de lino que, muchos creen, se utilizó para envolver el cuerpo de Cristo tras ser crucificado y donde habría quedado estampado su rostro.
Claro que las dudas acerca de esta historia existen y, de hecho, una prueba de Carbono 14 dice que la tela habría sido tejida entre los años 1260 y 1390, dato que la aleja de Cristo.
De todos modos, la fe hace que muchos sigan creyendo, aún hoy, que la Sábana Santa sí se posó sobre el rostro de Jesús tras su tormento y por ello se la venera y este momento ha sido tan esperado.
Así, los visitantes tendrán entre 3 y 5 minutos para apreciarla y llevarse ese recuerdo imborrable de la tela de 4,39 metros de largo por 1,15 de ancho que luce extendida en lo alto. Para que todos puedan verla.
Una oportunidad única.
Vía | Clarín Foto | Flickr de ilaron En Diario del Viajero | El Museo de Artes Orientales de Turín