La alianza, enfocada al turista de clase media y media-alta, propone la creación de un paquete turístico que englobe la visita a estas tres ciudades a partir de touroperadores.
Asimismo, el proyecto tratará de promover la conservación de los cascos antiguos, el desarrollo de una movilidad más efectiva y la sostenibilidad del patrimonio cultural que estas ciudades albergan.
Sin duda, es una buena idea promocionar a las indudables cunas del mundo occidental y los pilares del cristianismo. De todas maneras, hay una cosa que a mí no me encaja. El proyecto, a mi ver, parece estar enfocado más a los ricos que a los pobres; viniendo de la Iglesia, ¿por qué debería de extrañarme?
Vía | Periodista Digital