A un paso de Lisboa se encuentra el pueblo de Sintra, donde se encuentra el famosísimo Palacio da Pena y donde podemos degustar exquisiteces como las tradicionales queijadas de la pastelería Piriquita. Dicho pueblo es además la entrada al Parque Natural de Sintra-Cascais, un paraíso medioambiental de espesos bosques y antiguos lugares mágicos que aúna día de hoy reúnen a creyentes que practican rituales en lo más profundo de la sierra.
Recorrer el Parque se puede hacer evidentemente caminando a través de alguno de los muchísimos senderos señalizados que lo cruzan, pero sin duda, una opción que no deja indiferente es hacerlo en un 4x4, botando con cada bache y surcando los barrizales y charcos como si no hubiera mañana. ¡La experiencia es extremadamente divertida!
En Estoril o Cascais hay varias empresas que organizan viajes de aventura por la sierra de Sintra y sus alrededores como los pueblos costeros de Azenhas do Mar o la bellísima Praia da Adraga.
Imagen | Joao Santos En Diario del Viajero | Portugal dos Pequenitos, los monumentos del país en miniatura En Diario del Viajero | "Pruebe Portugal" o cómo enamorarse del país luso por su gastronomía