Es que don Xiaoping, antes de ser el líder supremo chino durante unos cuantos años, pasó una etapa juvenil en distintos pueblos franceses, trabajando en fábricas de zapatos y restaurantes, y profundizando su espíritu comunista (!)
Una de sus paradas fue en Montargis ubicado a una hora de tren de Paris. Xiaoping formaba parte de una corriente de jóvenes chinos que allá por los años 20 se acercaba a Europa para beber los vientos revolucionarios.
Esta localidad ha sabido potenciar su paso por aquí y hoy recibe una cantidad interesante de turistas chinos. Sus autoridades esperan incrementar esta corriente ya que el año pasado más de medio millón de chinos llegaron a Francia.
Curiosa alianza de la Francia actual y la China de entonces.
Vía | Yahoo Travel News