Ljubljana, la ciudad del amor y los dragones

Ljubljana o Liubliana, la capital de Eslovenia, es una de las ciudades más pequeñas y acogedoras de Europa. Su nombre deriva de Luba, que en la lengua eslava significa "amada". El río que la atraviesa, el Ljubljanica, es conocido como "el río del amor". Además, como veremos después hay muchas leyendas relacionadas con los dragones, por lo que se dice que Ljubljana es la ciudad del amor y los dragones.

El romanticismo es una característica muy asentada en la cultura del país. La importancia que dan a sus poetas coincide con su visión del amor en relación con el río Ljubljanica. Este río tiene muchas partes subterráneas, por lo que se deja de ver, razón por la cual los eslovenos dicen que el amor "viene y va".

La Plaza Preseren

La primera impresión que tuve de Liubliana fue la vista de la iglesia franciscana de la plaza más importante de la ciudad, la plaza Preseren. Era una iglesia rosa. Se trataba de la Iglesia de la Anunciación. Los franciscanos habían tratado de pintarla roja, como el color de la orden, pero con los años el color se había aclarado.

La Plaza Preseren es probablemente lo más impresionante de Liubliana. Es gigantesca, está rodeada de edificios modernistas preciosos, coronada por la iglesia ya mencionada y con la estatua del poeta esloveno Preseren en el centro. Cruzada por el río, los eslovenos, en vez de hacer un puente grande para conectar los lados de la plaza hicieron tres pequeños: un puente triple.

El arquitecto al que se lo deben, llamado Jože Plečnik, diseñó además muchos de los edificios modernos de la ciudad. Los edificios construidos por él son un poco "estilo Gaudí", preciosistas y extravagantes, con toques orientales, y geometrías desequilibrantes.

Otro detalle de la plaza que resulta increíble es la estatua. Uno espera la estatua de algún rey importante, pero no. Es Preseren, el primer poeta que escribió en esloveno. Lo consideran la persona más importante de su historia. La biografía de este poeta es muy interesante. La estatua representa además, a una musa desnuda justo detrás suya tapada por un árbol bastante alto en el lado de la iglesia rosa, para que el arzobispo franciscano no la viese y no se quejase porque estuviese desnuda.

Preseren, el poeta, estaba enamorado de Julija, un nombre curiosamente muy parecido a Julieta. Julija era una mujer fatal y a veces le correspondía, pero a veces desdeñaba al poeta. Cuando se diseñó su estatua, en vez de hacerle mirar de frente, dirige su mirada hacia un punto en un lugar de la Plaza. Si seguimos su mirada podemos encontrar una pequeña estatua de Julija, su Julieta, asomada en el balcón donde, precisamente donde vivía cuando Preseren suspiraba por ella.

La otra iglesia importante es la Catedral de San Nicolás. Es muy grande, y lo que más impresiona son sus puertas, que contienen toda la historia de Eslovenia. Hay un pasillo que comunica con una casa. La casa era la del obispo austriaco que comandaba la ciudad en el plano religioso. Los eslovenos cuentan que era un borracho de cuidado y que no era capaz de bajar de su casa para subir al púlpito para dar su sermón.

También me llamó mucha atención el Mercado, lleno de columnas, al estilo griego y latino. Allí podías comprar productos de alimentación como carne de caballo o leche cruda, que los eslovenos consumen habitualmente. Cerca se encuentra uno de los puentes nuevos. En él había estatuas muy interesantes, que daban la impresión de que acababan de salir del barro, y que por ello se lamentaban por existir. Era impactante.

Los dragones de Ljubljana

El puente mítico de Ljubljana, sin embargo, es el Puente de los dragones. Ljubljana es la ciudad de los dragones. Los dragones son tan importantes en Eslovenia porque se suponía que Jasón, el héroe griego, tenía que llevar un tesoro a su rey.

El gran tesoro estaba defendido por un dragón esloveno que vivía escondido en las numerosas cuevas de Eslovenia. La historia cuenta que finalmente el héroe venció al dragón, pero los eslovenos piensan que gracias al dragón, el tesoro de sus tierras sigue intacto.

Como dato interesante, se cuenta en la ciudad que si estás prometido pero no eres virgen, se supone que cuando pases por el puente los dragones se alzarán de sus estatuas para devorarte. Esa es la razón por la que las parejas eslovenas prometidas, siempre procuren buscarse otro puente para pasar, por si acaso.

Otros puntos interesantes para visitar en Ljubljana son el Castillo, con su espléndida vista de la ciudad, la Universidad o el edificio de la Filarmónica. Para terminar, os diré que hay pocas ciudades tan acogedoras y con una gente tan dispuesta a contarte su historia como los eslovenos.

Eslovenia, de la que ya os he contado algunas cosas en otros posts y su capital Ljubljana, la ciudad del amor y los dragones, os merecerán la pena cuando organicéis una escapada por este interesante país mediterráneo.

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