Ayer comentábamos que desde Irlanda llegó a América la tradición de festejar Halloween. Y a partir de allí (marketing de por medio), nos ha llegado a todos. Pero en Irlanda, los fantasmas siguen siendo los protagonistas principales de la fiesta.
Veíamos algunas costumbres gastronómicas y los juegos que realizan los niños durante la noche del 31 de octubre, para ahuyentar los espíritus de los muertos. Sin embargo, algunos se resisten a abandonarnos y parecen disfrutar haciéndonos pasar miedo con sus apariciones.
Y los fantasmas irlandeses están especialmente activos en estos días (o noches). Si vas a Irlanda, deberías estar atento, puedes encontrártelos en cualquier parte. Conozcamos un poco sobre ellos.
Fantasmas irlandeses
Un Banshee es un espíritu femenino de la mitología irlandesa. Su aparición se considera un presagio de la muerte y un mensaje del otro mundo.
En la leyenda irlandesa las banshees gimen por la casa si alguien está a punto de morir. Hay algunas familias que creen tener a banshees con ellos, y sus lamentos anuncian la muerte de un miembro de esa familia. Cuando varias banshees aparecen a la vez se indica la muerte de alguien honorable o santo.
Escalofriantes Castillos y Mansiones Irlandesas
A lo largo de los siglos, la violencia y el derramamiento de sangre han ido conformado la historia de Irlanda. Es por ello que no debería sorprender que en un sinfín de lugares se afirme que los horripilantes acontecimientos del pasado hayan dado lugar a espantosas apariciones.
Los fantasmas irlandeses no quedan confinados a viejas leyendas de espíritus y espectros, en noches frías y oscuras. Están muy ocupados rondando ciertos lugares que no han abandonado desde la antigüedad. Algunas de estas historias espeluznantes de asesinatos y crímenes te helarían la sangre.
¿Dónde encontrarlos?
Castillo McMahon, Condado de Clare
En las ruinas de este Castillo hay una habitación cerrada en la que se encuentra un espíritu tan maligno que nadie que haya echado un vistazo dentro ha sobrevivido para contarlo. La cámara está cerrada por unas pesadas piedras. La última vez que se abrieron fue a finales de los años 20.
Al parecer un exorcista entró en la cámara para liberar a la terrible criatura que lo habitaba. Lo encontraron a la mañana siguiente muerto entre las ruinas del gran salón. La autopsia señaló un fallo cardíaco como la causa de su muerte, y ninguno de los que vieron su cadáver pudo olvidar el semblante de absoluto terror dibujado en su rostro.
Continuará...
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