En esta ciudad de Alemania los que orinan en público tienen el riesgo de mojarse a sí mismos

Uno de los grandes riesgos de las ciudades universitarias o en las que proliferan demasiados bares nocturnos son los viandantes que orinan en público en cualquier esquina, pared o farola, al estilo perro. Ello provoca no solo la degracación de los inmuebles públicos, sino un insoportable olor a orina en el ambiente.

Sin embargo, si estáis pensando en salir de fiesta por la ciudad alemana de Hamburgo (que se caracteriza por su barrio rojo y la constante diversión nocturna), tened mucho cuidado si os aprieta la vejiga y estáis pensando en desahogaros en la calle. En muchos de los lugares donde impacte vuestro chorro de orina, lo que sucedera es que el chorro rebota y os moja a vosotros. No es magia. Bienvenido a la tecnología de los materiales hidrofóbicos.

Habida cuenta de que las multas no conseguían disuadir a los meones callejeros, los puntos más conflictivos del barrio St. Pauli, en Hamburgo, han sido revestidos con Ultra-Ever Dry, un revestimiento hidrofóbico, que literalmente hace rebotar los líquidos. Algunas de las zonas cubiertas con este material han sido indicados con un letrero, pero otras no, son sorpresa (aunque muchos beodos probablemente ni siquiera advertirán el contenido de dichos carteles).

Y la sorpresa llega la humedad en vuestros pantalones, cuando el arco de orina provoque un rebote sobre vosotros. Siendo Alemania un gran consumidor de cerveza, y que el animado barrio de St. Pauli recibe 20 millones de visitas al año, entendemos que este sistema del tipo "rebota y en tu culo explota" resultará muy eficiente para desincentivar la idea de que las calles son urinarios públicos. Aunque tampoco estaría de mas que complementaran la medida incorporando, de hecho, urinarios públicos.

Vía | Neatorama

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