No acabo de entender la pasión que tienen algunos alemanes por los relojes de cuco. Me di cuenta de este hecho en un viaje a Selva Negra que hice el verano pasado. Prácticamente en todos los pueblos y ciudades había una tienda donde adquirir estas horribles creaciones de madera.
No obstante, el pueblo que se lleva todos los honores en el universo de los relojes de cuco es Triberg, al suroeste de Alemania. Esta localidad que no supera los 6.000 habitantes es una de las más turísticas de la Selva Negra.
Pese a sus pequeñas dimensiones Triberg tiene entre sus encantos varios hitos que la hacen muy atractiva para el viajero. En primer lugar, tiene las cataratas más altas de Alemania. Además, en su casco urbano se encuentra el Café Schäfer que tiene el honor de conservar la receta original de la famosa tarta Selva Negra.
Pero esta historia va de relojes de cuco descomunales, y Triberg presume de albergar los dos que se disputan el título de los más grandes del mundo.
El que ostenta el record Guinness está ubicado entre Triberg y Hornberg. tardó cinco años en construirse y su mecanismo pesa un total de 6 toneladas. Se puede visitar por dentro por sólo dos euros, aunque lo más interesante es esperar fuera a las 12 del mediodía para ver cantar al cuco de cuatro metros y medio.
El reloj de cuco más grande del mundo está en la Selva Negra, aunque en la misma Triberg está ubicado también el segundo de mayores dimensiones. Ver para creer.
Foto | Pau García Solbes En Diario del viajero | La ruta de los relojes en la Selva Negra (Alemania), Gengenbach, un pueblo de cuento en la Selva Negra