En el verano del año 52 antes de Cristo el ejército romano de Julio César y el de los galos a los mandos de Vercingétorix se enfrentaron en una batalla épica en tierras de la actual Borgoña francesa. En este entorno rural, se encuentra el sitio arqueológico que recuerda esta batalla, y un magnífico museo de arquitectura moderna: el Museo y Parque Arqueológico Alésia.
La fortaleza de Alésia se encontraba sobre el monte Auxois desde donde se tiene una amplia panorámica de aquel campo de batalla. Haciendo un poco de historia comprenderemos la importancia de este lugar:
Las Legiones romanas de Julio César avanzaron, con la caballería al mando de Marco Antonio, sobre territorio de los mandubios. Vercingétorix, a la cabeza de la coalición gala, intenta frenar el avance del general romano. Después de un ataque fallido, Vercingétorix se refugia en el oppidum de la fortaleza de Alesia, plaza fuerte de los mandubios. Los romanos les persiguen y comienzan el asedio de la plaza fuerte. Instalan sus campamentos en las colinas de los alrededores y construyen dos líneas de fortificación compuestas por murallas, torres y trampas.
La primera, de 15 kilómetros de longitud, rodea el oppidum e impide salir a los galos. La segunda, de 21 kilómetros, protege los campos romanos de la próxima llegada de un inmenso ejército de reserva galo. Después de una larga espera, los combates causan estragos en la planicie. Los romanos están atrapados entre dos fuegos. Llueven los proyectiles de las máquinas de guerra romanas y Julio César llama a sus legionarios y reservas: los honderos, los arqueros y los soldados de caballería germanos con los que consigue la victoria final.
Vercingétorix es hecho prisionero y conducido a Roma. Un año más tarde, en el año 51 a. C., la guerra termina, y las Galias pasan a ser galo-romanas. El Senado romano se negó a otorgar a César los honores por sus victorias en las Guerras de las Galias siendo éste uno de los factores desencadenantes que condujeron a la guerra civil romana de los años 50-45 a. C.
El centro de interpretación del Museo y Parque Alésia ofrece una inmersión en la historia: la conquista de la Galia por los Romanos, el asedio de Alesia en el año 52 a. C., Julio César contra Vercingétorix. El visitante puede entrar en el corazón de la batalla observando objetos, dioramas, películas, maquetas e interactuar a través de ordenadores y máquinas de guerra.
También se pueden observar las antiguas murallas romanas ya que se ha reconstruido 100 metros de las mismas. Se puede "vivir" como en un campamento romano y hasta entrenar como los legionarios con demostraciones de combates y maniobras. La visita no estaría completa sin subir hasta el monte Auxois donde se encuentra una enorme estatua de Vercingétorix. Y su historia es digna de conocer:
En 1865 finalizaban las investigaciones históricas sobre la Batalla de Alésia. Para conmemorarlo, Napoleón III encargó esta estatua colosal de Vercingétorix: 6,6 metros de altura sobre un pedestal de piedra de 7 metros. La figura muestra toda la decepción del vencido aunque con muchas "libertades artísticas" ya que la figura lleva un collar de perlas, los pantalones, peto y espadas son de épocas mas modernas que la del personaje y los rayos son los de... Napoléon III de joven, aunque con la melena que el imaginario supone que llevaban los galos.
Sitio oficial y fotos| Alesia.com En Diario del Viajero | El Museo de la Batalla de Las Navas de Tolosa