Inaugurado el 6 de octubre de 1889, en coincidencia con la Exposición de París, el sitio comenzaría así una vida llena de brillo, glamour y diversión sin dejar de lado, por supuesto, su lado escandaloso.
Porque, claro, pensar en bailarinas con poca ropa y realizando movimientos que dejaban ver ciertas partes de su cuerpo era considerado, en esa época, una conducta escandalosa. Algo que el tiempo pudo superar y hoy es parte de la historia de este emblemático lugar.
Una historia rica y que hoy atrae a miles de visitantes por año que, a pesar de la crisis, aún buscan su lugar y su mesa allí y pagan cenas que van entre los 80 y los 400 euros para disfrutar de los espectáculos de danza y que, ahora, suman nuevas atracciones tales como músicos y cantantes en vivo, ventrílocuos y shows de danza muy originales en los que, por ejemplo, participan animales exóticos.
Así, las diferentes cenas han tomado nombres tales como Cancán Francés, Toulusse Lautrec y Belle Epoque y su cuerpo de baile es reconocido como “las chicas Doris” en honor a la su fundadora Doris Haug.
Y, de este modo, con su molino rojo sobre el techo y sus luces de neón, el Moulin Rouge llega a su cumpleaños número 120 pero con una vigencia sorprendente.
Vía | Revista Ñ Sitio Oficial | Moulin Rouge Foto | Flickr de NEPMET