Recorriendo las vueltas del camino que atraviesa los paisajes de la región de Midi Pyrenée, en Francia, encontramos al pueblo de Conoques. Llegar hasta aquí es volver atrás en el tiempo, hacia aquellos primeros siglos de la Cristiandad, cuando los peregrinos comenzaron a dibujar el camino hacia la tumba del Apóstol Santiago. Estamos en uno de aquellos puntos del mapa en que los caminantes encontraban refugio, consuelo y ayuda para lograr su objetivo.
Al norte del Aveyron, las escarpadas montañas del Alto Valle del Lot esconden este pueblo en una exuberante vegetación. Conques es desde el siglo XII una etapa clave del Camino de Santiago y merece una visita para conocer su historia y sus monumentos catalogados como Patrimonio del a Humanidad.
Por su belleza, Conques ha sido declarado "Gran paraje de Francia" y figura también entre los "Más hermosos pueblos de Francia", una calificación que otorgan las autoridades de turismo francés a aquellos pueblos que reúnen cualidades excepcionales.
El conjunto arquitectónico de Conques se pinta con el gris azulado de la pizarra, los ocres de la piedra caliza que construye sus edificios; las fachadas de entramado de madera y las flores que lo inundan todo en primavera. Desde hace 1000 años, Conques vive y atiende a quien pasa por allí.
La historia del pueblo se remonta al siglo XI cuando unos monjes edificaron sobre los restos de una antigua ermita una gran iglesia abacial, en la que fueron depositadas las reliquias de Sainte-Foy, una joven mártir cristiana. A partir de ese momento, los milagros empezaron a sucederse, atrayendo a miles de fervientes peregrinos.
Durante los siglos XI y XII vive su mayor esplendor, cuando se convierte en parada obligada de los viajeros a Santiago y la fama de su hermosa iglesia se extiende por todo el Camino. Es éste uno de los monumentos que le ganara a Conques el ser declarado Patrimonio de la Humanidad. Especialmente bello es su Tesoro, una pieza de orfebrería única en Europa.
En la visita a la iglesia, presta especial atención a sus detalles ornamentales. El tímpano, cuya construcción se terminó alrededor de 1125, se compone de 124 personajes esculpidos y representa el Infierno y el Paraíso, a cada lado del Cristo.
Otro de los monumentos que dan fama a Conques es el puente de los peregrinos que atraviesa el río Dourdou. Los peregrinos que seguían la ruta del Puy-en-Velay (via podiensis), uno de los cuatro itinerarios mayores de peregrinación a Santiago, cruzaban este puente para legar y salir del pueblo de Conques. Ya descrito en La Guía del peregrino, un manuscrito latín del siglo XII, el puente es uno de los puntos a visitar.
Conques es también un punto de partida o de paso para los amantes del senderismo. Por aquí pasan dos rutas señalizadas:
GR65 (Camino de Compostela): El GR65 llega por la calle de la Peyrade (Oficina de Turismo) y sale por la calle Charlemagne (detrás de la librería "Chemins d'encre"), cruza el río Dourdou por el Puente de los Peregrinos ("pont romain", de romieu en Occitano) y sube hasta la capilla de Santa Fe (punto de vista).
GR62 (Conques-Saint Cyprien-Rodez-Millau): El GR62 sale desde la calle de la Porte de Fer (a la izquierda del Museo Joseph-Fau), cruza el arroyo Ouche, sube hasta el sitio del Bancarel (donde hay un mirador) y sigue por Montignac.
Conques es uno de esos pequeños pueblos que encierran una gran historia. Esos lugares que nos sorprenden al descubrirlos en un recodo del camino. En este caso, una de las muchas sorpresas que nos ofrece la región de Midi Pyrenées.
Fotos | jean-louis zimmermann, PhillipC En Diario del Viajero | Rutas gastronómicas del Pirineo Francés