Los amantes del ambiente medieval estarán como en casa al visitar el Castillo de Wartburg, en el corazón de Alemania. Se trata de una de las fortalezas mejor conservadas de la Edad Media en este país, y por sus valores históricos es Patrimonio de la Humanidad.
El castillo fue fundado en el año 1067 y fue ampliado a lo largo de los siglos para convertirse en un amplio complejo fortificado. Su fundador fue el señor feudal de Schauenburg cuya leyenda dice que para escapar de sus perseguidores, se arrojó al vacío desde la torre del castillo. Y desde entonces se le conoce como Luis el Saltador. La historia del castillo sigue con muchas páginas interesantes de la historia alemana.
El más famoso de sus huéspedes es Martín Lutero que vive en el castillo durante un año para escapar del revuelo que sus ideas levantaban en la Alemania de entonces.
El edificio principal del complejo es el Palas, corazón del castillo medieval. Fue construido entre 1155 y 1180 y es uno de los edificios residenciales mejor conservados del románico de la zona. El lado este del edificio es eminentemente defensivo con sus murallas y contrafuertes. En cambio, su cara "interna" está pensada para la paz del guerrero con un patio rodeado de arcos elegantes soportados por 200 columnas.
El Castillo de Wartburg se encuentra a corta distancia de Eisenach y las familias que viajes con niños, no podrán dejar de cumplir con una de las tradiciones típicas de la zona: que los pequeños suban al castillo en burro, para lo cual hay una "parada de burros" en la misma ciudad.
Los horarios de visita varían de invierno a verano y si bien la entrada general cuesta 9 euros, hay precios especiales para menores y grupos. Si estás viajando por la zona y cuentas con la tarjeta Turingia Card, el acceso al castillo está incluido.
Foto | Robert Scarth EN Diario del Viajero | El Castillo de Schwerin