Visita al Park Güell de Barcelona

El Park Güell nació como el proyecto de una urbanización de casas de alto nivel encargado por el conde Eusebi Güell a su amigo el arquitecto Antoni Gaudí. Ambos querían recrear el estilo de urbanización ajardinada de los condominios ingleses, de ahí que el nombre original del lugar sea Park Güell, en inglés. El enclave para dicho proyecto era inmejorable, pues la Montaña Pelada donde se situaría (también llamado Monte Carmelo) permitía situar las viviendas en plena naturaleza y con unas maravillosas vistas del mar y la llanura de Barcelona.

La idea era realizar un conjunto de zonas comunes para la urbanización –las cuales se realizaron y forman lo que hoy conocemos como Park Güell– y, alrededor de éstas, proyectar 60 parcelas de forma triangular de entre 1.200 y 1.400 metros cuadrados, de los que sólo la sexta parte podían ser construidos.

Sin embargo, Güell y Gaudí no encontraron respuesta comercial a su proyecto, entre otras razones por estar retirado de la ciudad y con difícil acceso, y sólo dos de las parcelas fueron vendidas. Una de ellas la compró el propio Gaudí donde construyó su propia vivienda, hoy abierta como Casa-Museo Gaudí, y donde residió entre 1906 y 1925. La otra fue adquirida por un amigo de ambos, el abogado Martí Trias i Domènech, quien levantó allí la Casa Trias, obra del arquitecto Juli Batllevell.

El Park Güell comenzó a construirse en noviembre de 1900, comenzando por levantar la cerca que rodea el parque y construyendo la escalinata, los pabellones de entrada, el refugio para carruajes, así como el sistema de alcantarillado, caminos y viaductos que lo cruzan. Ya en 1904 se levanta la casa de Gaudí que haría las veces de vivienda piloto, en 1908 se realizó la Sala Hipóstila y en 1913 se terminó el teatro griego con el banco ondulado. En 1914 se paralizaron las obras .

Tras la muerte del conde Güell en 1918, sus herederos tomaron la decisión de vender el Park Güell al Ayuntamiento de Barcelona para que fuese convertido en espacio público, abriéndose en 1926.

Considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1984 –dentro del conjunto de Obras de Antoni Gaudí que agrupa a otras seis de sus edificaciones- el Park Güell es una preciosa muestra de la etapa naturalista del arquitecto catalán. En dicha etapa se inspiró en las formas orgánicas de la naturaleza para sus diseños y desarrolló diversas soluciones estructurales a través del análisis de la geometría reglada. Desafió las premisas de la arquitectura clásica y no huyó del barroquismo, pero siempre con formas que evocan a la naturaleza y llenas de simbolismos que van desde la mitología, el catalanismo o la religión católica.

Datos útiles de la visita al Park Güell

Existen tres accesos al Park Güell: el principal por la calle de Larrard, el del pasaje de Sant Josep de la Muntanya, al que llegamos por unas escaleras mecánicas y el de la carretera del Carmel nº. 9 donde está el aparcamiento para autocares turísticos. Son varias las líneas de metro y autobús para llegar allí, así como los autobuses turísticos, por lo que os recomiendo consultar aquí cómo os viene mejor. El precio de la entrada en taquilla es de 8€ (5,60 € para niños, mayores de 65 y discapacitados) pero se aconseja reservar las entradas por internet ya que sale un euro más barato y además te ahorras un tiempo considerable de cola.

Fotos | Roberto Arévalo

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Visita al Park Güell de Barcelona ( 12 fotos)

1. Conserjería y Casa del Guardia

A la entrada del Park Güell encontramos dos edificios muy similares de carácter funcional. Según entramos a la izquierda (derecha en la foto) está la conserjería donde se recibiría a los visitantes de la urbanización, hoy la librería, y a la derecha (izquierda en la foto) está la Casa del Guardia, uno de los pocos ejemplos de vivienda modesta que realizó Gaudí, más práctica que sus casas de lujo pero que no renuncia a la riqueza formal. Foto: Roberto Arévalo

2. La verja de la entrada

Las puertas de hierro de la entrada principal al Park Güell, la de la calle de Larrard, fueron traídas de una obra anterior de Gaudí, la Casa Vicens. Foto: Roberto Arévalo

3. La escalera monumental

El lugar más emblemático del Park Güell es la gran escalera doble que se abre desde la plaza de entrada y asciende hasta la Sala Hipóstila. Está salpicado de elementos escultóricos de cerámica quebrada. Foto: Roberto Arévalo

4. El dragón

El gran icono del Park Güell es la escultura del dragón o salamandra que decora la escalera monumental y que hace las veces de surtidor de agua. Llama la atención por sus vivos colores. Foto: Roberto Arévalo

5. Exterior de la Sala Hipóstila

Ochenta y seis columnas inspiradas en el orden dórico, y rematadas por sendas cornisas, forman la Sala Hipóstila. Las columnas exteriores se inclinan en un movimiento ondulante. Foto: Roberto Arévalo

6. Interior de la Sala Hipóstila

Este espacio cubierto estaba concebido para diversos usos de la urbanización, como podía ser el mercado. A pesar de que la disposición de las columnas obedece a un ritmo regular, éste es interrumpido en ciertos puntos para crear tres espacios, uno principal y dos menores. En el techo se suceden pequeñas cúpulas con la técnica de bóveda catalana. Foto: Roberto Arévalo

7. Jardines de Austria

A la derecha de la Sala Hipóstila se sitúa una zona que habría estado destinada a viviendas pero donde ahora hay una zona verde con parterres diseñada por Lluís Riudor. Desde aquí podremos ver la Casa Trias y la casa Casa-Museo Gaudí. Foto: Roberto Arévalo

8. Plaza de la Naturaleza

Esta explanada es la zona más amplia del Park Güell y donde tendremos las mejores vistas del mar y la ciudad de Barcelona. Se concibió como un espacio para realizar espectáculos y por ello también se le conoce como Teatro Griego o Teatro de la Naturaleza. Foto: Roberto Arévalo

9. Plaza de la Naturaleza (detalle)

El bonito banco ondulado de la Plaza de la Naturaleza fue en realidad proyectado por Josep María Jujol y está situado sobre la Sala Hipóstila. Foto: Roberto Arévalo

10. El trencadís

El sistema decorativo que consiste en cubrir superficies con pequeñas piezas de cerámica quebrada recibe el nombre de trencadís, y fue una técnica muy utilizada por Gaudí. Estos materiales a veces eran procedentes de derribos u objetos en desuso y otras creados ex profeso. Ejemplo de trencadís son los bancos de la Plaza de la Naturaleza, a cuyo detalle pertenece esta imagen. Foto: Roberto Arévalo

11. Pórtico de la Lavandera

Adosado al muro de contención del vial superior se construyó el Pórtico de la Lavandera que adopta la forma del perfil de una ola, siendo un ejemplo de formas naturales que usa Gaudí en esta etapa naturalista. El nombre el pórtico se debe a que uno de sus contrafuertes representa una tosca cariátide conocida como la lavandera. Foto: Roberto Arévalo

12. La rampa

El Pórtico de la Lavandera termina en una curiosa rampa en espiral con columnas helicoidales, en la que hay dos balcones, uno arriba y otro abajo. Foto: Roberto Arévalo

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