Toledo aparece a ojos del visitante integrado en el paisaje labrado por el Tajo y esa imagen del perfil del casco histórico de la ciudad es difícil de olvidar. Pero Toledo cuenta con muchos miradores para disfrutar de unas panorámicas excelentes. Hoy nos asomamos a ellos, a los mejores miradores de Toledo, la mejor forma de retratar esta ciudad Patrimonio de la Humanidad.
La propia carretera es un mirador cuando llegas desde cualquiera de sus accesos, y toda una sorpresa tras el recorrido por los sobrios paisajes castellanos.
Mirador del Valle en Toledo
Precisamente junto a una carretera, desde el mirador del Valle de Toledo, obtenemos una de las panorámicas más reconocibles de la ciudad. Sobre el río Tajo, aparece enmarcada la ciudad con su característico perfil delineado por el Alcázar y la Catedral. Podemos acceder al Mirador del Valle en coche, bus o de la forma más divertida si viajáis en familia: con el tren turístico Zocotrén. Foto: freshwater2006 en Flickr-CC
Mirador del Castillo de San Servando
Nos vamos ahora a otro extremo de la ciudad para vigilarla desde lejos, como harían los guardas del Castillo de San Servando. Desde este emblemático castillo medieval situado sobre el río Tajo, obtenemos otra perspectiva del Casco Histórico toledano con el río y el Puente de Alcántara en primer término y también con la figura destacada del Alcázar de Toledo. Para no perdérselo al atardecer. Eso sí, para acceder hay que ser cliente del albergue en el que se ha convertido el Castillo en la actualidad. Foto: Toledo Turismo
Cerro de la Virgen de Gracia
El Cerro de la Virgen de Gracia está situado sobre el antiguo cerro del mismo nombre, donde hoy se halla una plaza pública y parque infantil con vistas a la fachada del Monasterio de San Juan de los Reyes y los alrededores del río Tajo. Ideal para contemplar la judería, el entorno natural de Toledo y después descender para seguir explorando las calles de la ciudad...
Murallas del Paseo del Carmen
Desde la muralla hacia el Tajo, en primer término vemos el torreón del Puente de Alcántara sobre el río y un desde aquí también se puede contemplar el imponente Castillo de San Servando, así como el Hospital de Tavera en los extramuros de la ciudad antigua. Un rincón no demasiado concurrido para disfrutar de las vistas y la tranquilidad.
Toledo desde sus puentes
Desde cualquiera de los puentes que dan acceso a la ciudad vamos a quedar maravillados, especialmente el Puente peatonal de San Martín que podemos recorrer tranquilamente (las vistas desde el Torreón defensivo pueden ser espectaculares) y desde el maravilloso Puente de Alcántara, de origen romano, que fue declarado Monumento Nacional en 1921. Y, ya que estamos aquí, ¿por qué no hacer la Senda Ecológica del Tajo, a lo largo de la que nuestra cámara seguirá funcionando sin cesar? Foto: Antonio Soler en Flickr-CC.
Mirador de Santa Ana en Toledo
Muy cerca del Puente de San Martín, bajando por los jardines de la Escuela de Artes y Oficios el Mirador de Santa Ana nos deja otra perspectiva diferente del río y el Puente de San Martín, así como el peñasco legendario de Roca Tarpeya...
Corralillo de San Miguel
Desde el Corralito de San Miguel, donde hay un parque infantil (sobre uno de los aparcamientos privados de la ciudad), estamos muy cerca del Alcázar y también se pueden obtener bonitas vistas del entorno natural del Valle con la Academia de Infantería o el Castillo de San Servando sobre el río Tajo.
Mirador de la Puerta del Sol y de la Mezquita del Cristo de la Luz
El mirador de la Pueta del Sol, desde el que vemos los arrabales de la ciudad, se halla en la subida principal hacia el centro del Casco Histórico, de camino a la Plaza de Zocodover. Una imagen muy similar tenemos si visitamos la Mezquita del Cristo de la Luz, desde sus jardines (previo pago). Foto: Toledo Turismo.
Las torres de la Iglesia de San Ildefonso
Nos vamos a otro de los monumentos imprescindibles en Toledo, la Iglesia barroca de San Ildefonso o Iglesia de los Jesuitas. Desde sus torres gemelas la panorámica sobre el casco histórico de la ciudad son inolvidables. Se accede previo pago de entrada (visita incluida en la pulsera turística de Toledo).
Toledo desde el Alcázar
Suele ser protagonista de las mejores imágenes de Toledo, pero el Alcázar también es un mirador estupendo, en concreto su biblioteca. La Biblioteca de Castilla-La Mancha en las últimas plantas del Alcázar de Toledo cuenta (al margen de sus fondos bibliográficos) unas salas de lectura con unos ventanales estupendos al interior de la ciudad. Ya que nos situamos aquí, podemos visitar en la parte inferior: el Museo del Ejército y el patio interior. Foto: Tim Adams en Flickr-CC.
Paseo de San Cristóbal
Desde el Paseo de San Cristóbal, con un parque infantil incluido, nos asomamos a otro balcón privilegiado. Se dice que el Greco vivía muy cerca de aquí y probablemente también quedara cautivado por las vistas, que le inspirarían para más de uno de sus cuadros. Lo mejor: el atardecer e incluso la noche. Estamos muy cerca del Museo Sefardí en la Sinagoga del Tránsito, el Museo del Greco...
Paseo de Recaredo
Otro lugar estupendo para pasar el atardecer es el paseo de Recaredo. Este enclave extramuros debe su nombre a uno de los más importantes y conocidos reyes visigodos de Toledo, el Rey Recaredo. Es un lugar ideal para recorrer y relajarse al tiempo que vemos la imponente muralla toledana, la Vega Baja, el río, la Fábrica de Armas...
Mirador del Palacio de Fuensalida
Este es un pequeño mirador desde la Plaza del Conde, frente al palacio de Fuensalida, actual sede del Gobierno de Castilla-La Mancha. Desde aquí nos asomamos al antiguo barrio comercial de la Judería y sus estrechas calles repletas de tiendas de souvenirs y artículos típicos de Toledo.
Vistas de Toledo desde los Cigarrales
La zona de los Cigarrales es una buena opción si quieres alojarte en Toledo, una zona tranquila a las afueras, en plena naturaleza junto a la ribera del Tajo y desde donde obtener una panorámica excelente de Toledo. Hay muchos cortijos reconvertidos en establecimientos hoteleros, y desde el emblemático Parador a otros hoteles de tres y cuatro estrellas, hay opciones variadas para alojarse. Además, muchos hoteles aprovechan estas privilegiadas vistas como marco para sus restaurantes, los más reconocidos, no solo por su gastronomía local sino porque son verdaderos miradores, son el del Parador o el del Kris Doménico.
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