A escasos minutos de Barcelona, se encuentra una ciudad digna de tener en cuenta en nuestro viaje o como escapada desde la ciudad condal. Sant Cugat del Vallés es hoy una de las ciudades más pujantes y modernas de Cataluña sin perder el encanto de las pequeñas localidades.
Es principalmente conocida por su gran tesoro: el Monasterio Benedictino de Sant Cugat, levantado sobre una antigua fortificación romana, y un gran ejemplo de arquitectura medieval. Una visita a Sant Cugat nos lleva a recorrer las estancias de este complejo que en aquellos siglos fuera el monasterio más importante de todo el Condado de Barcelona.
Es especialmente interesante fijar la mirada en cada uno de los capiteles de las 144 columnas que rodean el claustro, uno de los más bellos de Europa. Cada uno de ellos cuenta una historia diferente, con temas diversos, desde el Antiguo Testamento hasta las tareas cotidianas de los monjes.
Alrededor del monasterio fue creciendo un pueblo emprendedor que con los siglos supo embellecer su ciudad con obras modernistas. Entonces, ¿qué podemos visitar en Sant Cugat?
Qué ver y hacer en Sant Cugat
Como hemos comentado, el Monasterio de Sant Cugat es el símbolo y joya de la corona de la ciudad. Su iglesia y su claustro pueden visitarse siguiendo el diálogo entre un monje y el arquitecto que construyera estos muros, haciendo un viaje teatralizado hacia el pasado.
Conoceremos historias tan interesantes como la del asesinato del Abad Biure, la nochebuena del año 1350 en plena misa del Gallo, que según la leyenda fue anunciado al pueblo por el canto gallo de hierro que coronaba el cimborrio de la iglesia, hoy uno de los símbolos de la localidad.
En el mismo conjunto monástico encontraremos el Museo de Sant Cugat con detalles de la evolución arquitectónica del monumento, sus tradiciones y la vida en esta ciudad.
A escasos metros del portal principal de la iglesia, cruzando la plaza, encontramos la que fuera la antigua fábrica de cerámicas Arpí convertida en un centro cultural y artístico. Aquí se exhibe la obra y la historia de una zaga de artistas locales: la familia Cabanas-Alibau.
Precisamente uno de ellos, Frederic, es uno de los mayores coleccionistas del mundo de objetos y recuerdos de la famosa Marylin Monroe. Tal vez por esta inmensa colección, a la Casa Museo-Cal Gerrer se la conoce extraoficialemnte como “el museo de Marylin”, el único museo dedicado a su figura en Europa.
Después de cuatro décadas ha conseguido reunir la única colección dedicada de manera permanente a la vida de la artista. Fotografías, zapatos, cartas, retratos, libros, revistas, películas y mil objetos más que nos permiten acercarnos al gran mito de Hollywood.
También podemos realizar una ruta modernista y novecentista, un paseo por el "eixample" sur, de finales del siglo XIX, donde se ubican las elegantes residencias de verano de la burguesía barcelonesa, la fábrica de alfarería, las tiendas de la época o la Bodega Modernista.
Si nos apetece hace un alto en la visita a Sant Cugat, lo mejor será que nos acerquemos al antiguo mercado o Mercat Vell en la Plaza Sant Pere. Aquí, en la primera Plaza Mayor de Sant Cugat, en su corazón histórico, encontraremos un mercado reacondicionado, modernizado y con neto espíritu gourmet sin perder sus funciones de mercado de abastos.
Y allí, entre frutos de la tierra, recomendaciones de buenas recetas, un horno de pan a leña con una de las mejores croissants (¡hechas con mantequilla francesa!) tendrás varias opciones para un apetitoso vermut.
Y ya que estamos en lugares con mucha historia y sin dejar de lado otras posibilidades que ofrece Sant Cugat como las muchas rutas de senderismo o para hacer en bici tradicional o eléctrica por el Parque Natural de Collserola, nos vamos al Mercantic a curiosear entre objetos del pasado.
Este amplísimo espacio está dedicado a la compra y venta de antigüedades, artículos vintage, de decoración, subastas, restauración... con todo lo que un buscador de objetos interesantes puede desear.
Aúna una galería y taller de arte, paradas y tiendas de objetos de decoración de todas las épocas, food trucks o un estupendo restaurante, la mayor librería de viejo de Cataluña, un bar con música en vivo, un pequeño teatro, un espacio para talleres gastronómicos, y pasillos enteros de piezas que admirar.
Un lugar para perderse, para observar tendencias y recordar historias. Un buen resumen de lo que es Sant Cugat hoy, moderna sin perder el respeto por su historia y el atractivo de lo tradicional.
Fotos | pere sebastian, diluvi en Flickr-CC, Instagram Victoriamdq
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