Hace poco les comentaba que este verano recorrí las Ruinas Greco-Romanas de Empuries, en Catalunya.
Llegando al sitio arqueológico, nos espera un área de parking bajo los pinos y frente al mar. La entrada (4 euros) nos da permiso de aparcamiento, acceso al Museo y a todas las zonas excavadas. Mucho queda por descubrir aún, pero lo que ya está a la luz, vale la pena una detallada visita.
Están aquí los restos de las primeras construcciones griegas en la península y del poblado romano que le sucedió.
Frente a unas calas de mar azul, un pinar marca un camino protegido para recorrer la costa a pie o en bicicleta y detener el avance de la arena. Este entorno verde protege al complejo arqueológico de Empuries donde encontramos las ruinas que nos dejaron griegos y romanos en su llegada a esta parte del Mediterráneo.
Fundada en el 575 a.C. Ampuria o Empuries se convirtió en un gran centro económico y comercial además de la mayor colonia griega en la península ibérica. Prueba de su importancia es que aquí llegó a acuñarse moneda, dracmas con la imagen de un Pegaso.
De esta parte de la historia, nos queda mucho por ver en Empuries: calles, casas, cisternas, tumbas. Una sucesión de ruinas que nos pintan claramente la vida cotidiana de una ciudad pujante y activa.
Ya en el año 100 a.C. con la llegada de los romanos se establece un campamento en una zona mas alta, pero no supuso la sumisión de la ciudad griega a la República, sino que ambas eran iguales. Llegaron a convivir en armonía y sumando influencias.
La Ampuria romana fue creciendo a metros de la griega. Sus calles se diseñaron siguiendo el modelo de Roma y aun hoy podemos visitar su Anfiteatro, sus calles, sus baños, sus casas. Allí, los magníficos mosaicos que decoraban los pavimentos de las viviendas.
Las ruinas greco-romanas de Empuries, me han sorprendido gratamente. Los trabajos arqueológicos continúan. En este momento se está reconstruyendo la zona de baños romanos y parte del Foro tal como era en aquellos tiempos.
El Arco de acceso a la ciudad desde el Anfiteatro (allí me saqué la foto que pueden ver en el post anteriormente enlazado), se mantiene impresionante dentro de la muralla exterior.
Sin dudas, una de las mejores visitas que realicé este verano en Catalunya. Pero no la única. Ya les contaré.