¿Cuántas ciudades con dos catedrales conoces? No es muy habitual y menos aún que las dos catedrales convivan en una fusión única y especial. Plasencia, a la entrada del Valle del Jerte, en Extremadura, es una ciudad que atesora muchos atractivos fruto de su importante pasado histórico. Una de las características que la hacen única es que Plasencia es la única ciudad española que no es capital provincial y que cuenta con dos catedrales.
Ya hemos paseado por sus murallas medievales y hoy nos adentramos en la Catedral de Plasencia, la Nueva y la Vieja, un ejemplo de fusión de estilos, una deliciosa muestra del paso de los siglos en el arte y arquitectura de dos edificios ensamblados.
Plasencia es la sede de la diócesis del mismo nombre y en su entramado urbano existen estas dos catedrales fusionadas en una. Al pasear por el centro de Plasencia, recuerdo la llegada a la pequeña plaza con naranjos que precede a la catedral como una bonita sorpresa: allí me esperaba una magnífica fachada renacentistas de estilo plateresco, perteneciente a la Catedral Nueva.
La Catedral Vieja de Plasencia
La Catedral Vieja fue construida entre los siglos XIII y XIV, es de estilo románico y destaca su sala capitular. Entre los arquitectos que la idearon está Juan Francés. Ejemplo muy interesante de transición del románico al gótico, combina elementos de ambos estilos, como los fustes y capiteles románicos de las columnas, mientras que sus arcos y ventanales son góticos, más tardíos.
La Catedral Vieja tiene en su exterior una sobria portada románica de arco de medio punto. En la hornacina superior del frontispicio hay una escena incompleta de la Anunciación de la Virgen.
El interior de la Vieja Catedral románica es de tres naves y cuatro tramos con bóveda de crucería. El claustro es rectangular, de planta irregular e inspiración cisterciense, con la imagen de Santa María la Blanca del s. XIII. Actualmente sirve de punto en encuentro y unión entre ambas catedrales y en su pavimento alberga tumbas de canónigos ilustres.
Desde aquí se puede acceder a la Capilla de San Pablo, antigua Sala Capitular de la Catedral, con influencias bizantinas y orientales. Sobre esta capilla se erige la popular "Torre del Melón" (conocida así por la terminación en una bola estriada).
Parte de este espacio acoge el Museo Catedralicio de Plasencia, con pinturas y esculturas de artistas españoles y flamencos como Morales o Gérard David, ornamentos religiosos y objetos de culto de los siglos XV al XVII...
Ya observamos cómo hay dos catedrales en una, con espacios superpuestos y huecos que dejan ver paredes inacabadas, arcos incompletos, con los ladrillos formando perfiles irregulares. En 1931 la antigua catedral se incluyó en la lista de Monumentos Nacionales, en el conjunto de Bienes de interés cultural.
La Catedral Nueva
La Catedral Nueva fue proyectada a finales de siglo XV, en época del obispo Gutiérrez Álvarez de Toledo y dirigida por arquitectos como Juan de Álava, Francisco de Colonia, Enrique Geas... Se trata del templo de mayor y más rica ornamentación de Extremadura. La idea era que esta nueva construcción sustituyera a la catedral vieja, pero por diversos problemas las obras se pararon en 1760 y no llego a "comerse" a la antigua edificación.
De esta catedral nueva destacan el coro de Rodrigo Alemán, uno de los coros más bellos de España (con sillería perteneciente a la Catedral Vieja), y el retablo mayor de Gregorio Fernández (s. XVII). Aquí guarda un lugar especial la imagen en madera del s. XIII, la Virgen del Sagrario.
El retablo mayor, de estilo barroco, es del siglo XVII. Consta de tallas de madera policromada según la técnica del estofado y posee pinturas de Francisco Ricci tales como los lienzos de la Anunciación y la Adoración de los Pastores. El original es de madera recubierta de plata y se expone en el museo catedralicio.
Una espectacular portada plateresca, con influencia florentina, da entrada a la Sacristía. Junto al Altar Mayor destaca el sepulcro renacentista del Obispo Pedro Ponce de León, amigo y consejero de Felipe II. También llama nuestra atención el gran órgano, de estilo plateresco.
Los avatares históricos han hecho que se mantenga este conjunto arquitectónico único y que Plasencia sea una de las pocas ciudades españolas que cuenta con dos catedrales. Sin duda, la finalización de las obras y la desaparición de la antigua catedral le hubiera restado valor al templo.
Tuve la oportunidad de recorrer las Catedrales de Plasencia en Navidad, que contaba con el aliciente de un gran belén en su interior. Pero lo que más recuerdo es esa transición que se aprecia en determinados rincones, los trazos inacabados, el retablo mayor y ese claustro tan fotogénico. Una visita muy recomendable, sobre todo si conoces estos detalles que te harán apreciarla aún más.
Fotos | Eva Paris
En Diario del viajero | El Parque Nacional de Monfragüe en Cáceres, Paseando por las murallas de Plasencia