Tal como veníamos contando desde la semana pasada, Júzcar, un pueblo de la Serranía de Ronda, en la provincia andaluza de Málaga, debía decidir el pasado domingo en votación popular, si volvía a lucir sus paredes de el blanco tradicional o si mantenía el "azul pitufo" que la hizo centro de atención desde el estreno de la peli de estos personajes en la primera mitad de este año.
Júzcar se tiñó de azul para cumplir con un contrato con la productora de la peli de animación y servir de promoción del film a nivel internacional. A la sombra de esta iniciativa, los vecinos del pueblo aprovecharon el tirón promocional.
Los visitantes se multiplicaron, atraídos por un "pueblo blanco teñido de azul". Menús, tiendas de recuerdos, rutas de recolección de setas (el alimento de los pitufos), paquetes especiales de alojamiento, tapas especiales y demás servicios fueron surgiendo en una marea azul que tiñó hasta el campanario de la iglesia de este pueblo de 200 habitantes.
Las ventajas económicas se impusieron a la tradición de los muros blancos, y la votación cayó del lado del color azul. Al igual que en la encuesta que paralelamente hicimos desde Diario del Viajero. Han participado 184 vecinos del total, y un claro 76% ha votado por seguir viviendo en una casa azul. Además de los ingresos por turismo que perciben (hasta el momento, desde junio, han recibidoaproximadamente 80.000 visitantes), no tendrán que ocuparse de mantener su casa bien pintada porque el ayuntamiento se ocupará del mantenimiento.
Entre las razones expuestas por quienes querían volver al blanco tradicional está la incomodidad de sentirse "invadidos" por tal cantidad de gente cada fin de semana y por el hecho curioso que se han multiplicado el robo de castañas de las plantaciones de los vecinos. Sin dudas, todas razones comprensibles ya que esta "marea azul" ha llegado para alterar la tranquilidad del pueblo.