España es amante de los bares. El bar es el centro neurálgico donde los habitantes de un pueblo o un barrio socializan y se dejan ver, y también donde algunos parroquianos empinan el codo para ahogar las penas o lanzan exabruptos contra el partido que emite la tele.
Por eso sorprende que exista un pueblo en España, donde la afición por leer es más bien escuálida, que tiene más librerías que bares.
Urueña
Sallent de Gállego (Huesca) es el pueblo de España con más bares por habitante: 15,7 para cada mil vecinos. Después de Sallent de Gállego, Comillas (Cantabria), con 10 bares por millar de personas y 2.228 vecinos empadronados, es la segunda población española en la clasificación.
Por eso sorprende el caso de Urueña: a pesar de la profunda tradición de bares que tiene España, en este pueblo hay más librerías que bares.
Localidad idílica para los amantes de la literatura, Urueña no solo tiene bares, y murallas, y un castillo, y hermosas iglesias, sino una cantidad de librerías que permite pasarse el día haciendo turismo de libro.
No en vano, Ureña es el única villa del libro de España. Un logro conseguido gracias al apoyo de la Diputación de Valladolid. Una categoría que ostentan pueblos como Wigtown (Reino Unido), Tuedrestand (Noruega) o Fontenoy-la-Joûte (Francia).
Urueña está a cincuenta y cinco kilómetros al noreste de Valladolid y solo tiene doscientos habitanets. Además tiene librerías para todos los gustos (un total de diez), incluidas de viejo, como El Rincón Escrito (Lagares, 13), Librería Páramo (Lagares, 11) o Librería Enoteca "Museo del Vino" (Santo Domingo, 2).
Por si fuera poco, el bibliófilo encontrará en las calles de Ureña un Museo del Cuento (con una preciosa colección internacional de libros desplegables) o el Centro e-LEA Miguel Delibes, sobre la historia del libro. Y el Alcuino Caligrafía & Arte (Nueva, 19), se organizan talleres de encuadernación y caligrafía.
Algunas de sus librerías son Alcaraván, Páramo, El rincón escrito, El Grifilm, algunas son generalistas, otras de temas específicos, como el cine. La poeta estadounidense Emily Dickinson dijo una vez que “para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro”. Imaginad, pues, lo que supone viajar a Urueña.