Parecía que no iba a llegar nunca, pero el frío ya está aquí. Aunque en unos sitios se nota más que en otros, claro. Si eres del team invierno, seguro que ya lo estás disfrutando, pero si no es tu caso y te apetece seguir estirando un poco más los días de sol, no hay sitio más ideal que este pueblo malagueño, que puede presumir y presume de tener el mejor clima de Europa.
Hablamos de Torrox, situado en la Costa del Sol Oriental, y refugio de alemanes desde los años 70. Ellos son unos auténticos expertos en escapar de las bajas temperaturas, así que vale la pena seguir sus pasos.
La pequeña Alemania… con sol
Torrox también cuenta con el récord de albergar la comunidad de alemanes más grande de la península. En la actualidad tiene más de 1.200 censados, pero entre los que van y vienen durante el año a visitar su segunda residencia, suman unos 6.000. Para un municipio de 20.917 habitantes, no está mal.
La historia de amor entre los descendientes de los pueblos germánicos y Torrox comenzó en 1967, año en que la compañía aérea Lufthansa fletó el primer vuelo entre Frankfurt y Málaga. Poco después, una constructora alemana edificó la urbanización Centro Internacional, en la costa de la localidad. Un conjunto de edificios de 11 plantas, que se vendieron a 300 familias de Alemania.
Buscaban los 18,2 ºC de temperatura media anual que hay en Torrox, y sus 2.900 horas de sol al año. Friburgo, a pesar de tener nombre de helado, es la ciudad más soleada de Alemania, y solo dispone de 1.740 horas.
La mayoría de los residentes actuales son ahora jubilados. Sin embargo, llegan turistas alemanes de todas las edades que, al igual que los finlandeses en Fuengirola, cuentan con varios negocios, bares y restaurantes regentados por sus compatriotas. Dos buenos ejemplos son el Deutscher Supermarkt y la cafetería Wolfgang und Karina's Backstübel, donde sirven salchichas, por supuesto, pero también unas tartas deliciosas.
Aunque Torrox es mucho más que sol, playa y cerveza.
Torrox: un pueblo blanco con mucho encanto
Al igual que otros municipios de la Costa del Sol, como Mijas, Torrox está dividido en dos, la parte de la costa y unos pocos kilómetros más adentro, un pueblo blanco de esos que conservan toda la esencia de la Andalucía más auténtica. Ahí no viven tantos alemanes, aunque también lo visitan a diario.
Sus casas encaladas, placitas y calles estrechas, ya nos avisan de la riqueza de su pasado andalusí. Torrox fue fundado por los romanos, y después se convirtió en un punto clave durante la época musulmana.
Dicen que el líder militar andalusí Almanzor pudo nacer allí. Así lo conmemora un busto de bronce en su honor en la plaza de la Constitución. Al igual que la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, levantada a principios del siglo XVII sobre una antigua mezquita, refleja la arquitectura posterior a la reconquista cristiana del siglo XV.
Lo de ser crisol de culturas le viene de lejos, algo que se disfruta también a través de su rica y variada gastronomía, en la que no pueden faltar las migas con sardinas. Cuentan hasta con un día propio, la Fiesta de las Migas, que se celebra en Torrox cada domingo anterior a Navidad y ya va por su 42ª edición. Este año tendrá lugar el próximo 17 de diciembre.
Todo un planazo, que incluye gastronomía e historia en un pueblo blanco precioso, con un clima fantástico y unas vistas al mar impresionantes. Además, se puede replicar en otras fechas, porque siempre hay locales como El Buen Tapeo, donde se come de lujo cualquier día del año.
Va a ser verdad lo de que los alemanes son muy inteligentes…
Portada | Michael Gaylard - Unsplash