El turismo cinematográfico está de moda. Algo que ha confirmado, un año más, la presencia de Fitur Screen en la Feria Internacional de Turismo, conectando la industria del cine con el sector de los viajes.
Según TCI Research, 80 millones de viajeros se basan en películas y series de televisión para escoger su destino de vacaciones, por lo que no es de extrañar que todas las comunidades autónomas de España hayan buscado su hueco en FITUR para posicionarse entre los mejores lugares para rodar.
Aunque hay ocasiones en las que los escenarios aparecen en sitios inesperados, como ocurrió con As Bestas. La película sobre una pareja francesa que se muda a un pueblo gallego, que en realidad se filmó, en gran parte, en Quintela. Una aldea del municipio de Barjas, en la provincia de León.
As Bestas triunfa allí donde va
Este thriller rural, con ecos de western, en el que los nuevos vecinos se enfrentan a los de toda la vida, lleva recaudados más de cuatro millones de euros, desde su estreno en los cines españoles el pasado 11 de noviembre.
Y ha sido la cinta triunfadora en los Premios Goya 2023, que se celebraron ayer, 11 de febrero, con un total de 9 galardones: mejor película, mejor dirección, mejor actor protagonista (Denis Ménochet), mejor actor de reparto (Luiz Zahera), mejor guion original, mejor dirección de fotografía, mejor montaje, mejor sonido, y mejor música original.
El film de Rodrigo Sorogoyen también se llevó varios Premios Feroz, entre ellos el de mejor película dramática, y ha recibido numerosos reconocimientos: Premios Forqué al Mejor Largo y Mejor interpretación masculina, el Premio del Público al mejor filme europeo en el Festival de San Sebastián y los galardones a mejor director y mejor actor principal en el Festival Internacional de Cine de Tokio.
Todo un éxito de público y crítica, que durante unos meses transformó a Quintela de pueblo vaciado a pueblo de cine, y aumentó el interés por el Bierzo. Una comarca llena de parajes naturales espectaculares, en la que, al contrario que en la película, se respira mucha tranquilidad.
Quintela, la aldea de un solo hombre
En Quintela de Barjas hay unas diez casas, de las cuales más o menos la mitad están arregladas por habitantes ocasionales, y solo una cuenta con un residente fijo, Sergio Cela, que lleva más de 27 años siendo el único vecino de la aldea.
Sin internet, solo con datos móviles, y una carretera de acceso complicada, este lugar casi mágico, inmerso en las montañas, reúne una gran parte de las escenas de As Bestas.
Si queremos hacer una visita necesitaremos coche, como en tantos otros pueblos de España, y tendremos que alojarnos en algún pueblo cercano. Hay una casa rural en Barjas, a unos 8 kilómetros, una localidad que también forma parte de la película, y en la que incluso instalaron una placa de homenaje, en agradecimiento a su director.
Una oportunidad para empezar a recorrer y admirar la zona del Bierzo que, tal como relató Rodrigo Sorogoyen en una entrevista para National Geographic, produce amor a primera vista:
¡Buah! Me he enamorado, porque no lo conocía casi y he estado mucho tiempo, prácticamente, casi un año, no seguido, viajando y de manera casi seguida cinco meses, desde agosto hasta diciembre. Es salvaje, precioso y está muy poco explotado, gracias a Dios. La gente de allí nos ha acogido con los brazos abiertos. El verano, como siempre, es espectacular en una montaña. No hace un calor insoportable y es maravilloso con la vegetación. Pero es que el otoño es precioso. Hay como 20 días que merecen mucho la pena porque todo se vuelve rojizo. Además, estoy muy orgulloso de haber podido captarlo para la película. El invierno es terrible, porque hace un frío increíble, pero bueno, si sabes a lo que vas, también encuentras su belleza, por supuesto.
Si seguimos su recomendación, quizá es mejor esperar unos meses para hacer una visita, pero los amantes del frío seguro que también le encontrarán su punto. Otoño, con sus colores, es la mejor época.
Las otras localizaciones de As Bestas
Siguiendo los pasos del film, a unos 20 km, se encuentra Vega de Valcarce, que también forma parte de las localizaciones. Historia, gastronomía, y naturaleza nos esperan en este pueblo que cuenta con varios albergues y mesones. Un ambiente idílico, rodeado también de verde, perfecto para desconectar del mundo.
La última parada está un poco más lejos, a unos 200 km, en Sabucedo. Un pueblo de Pontevedra conocido por celebrar la fiesta de la Rapa das Bestas, declarada de Interés Turístico Internacional.
Cada mes de julio, siguiendo una tradición ancestral, los hombres reúnen a los caballos que viven libres en el monte y se enfrentan a ellos, sin usar cuerdas ni palos, hasta conseguir inmovilizarlos y recortarles las crines, con el fin de mejorar su higiene y evitar los parásitos.
Un espectáculo relacionado con el cuidado y el amor por los animales, que sirvió en la película como inicio y metáfora de la lucha entre sus personajes. Dicen, los que lo han visto en directo, que nunca se olvida.
Otro motivo más, para apuntar en la lista de deseos viajeros de este año, el recorrido completo por las localizaciones de As Bestas. A veces, gracias a las tramas más oscuras, se descubren los destinos más luminosos.