La Sala Miao, que forma parte del sistema de cuevas de Gebihe, en el Parque Nacional Ziyun Getu He situado en la provincia de Guizhou, China, tiene un volumen de 10,78 millones de metros cúbicos.
Estamos ante la sala más grande conocida, pues tiene unas 10 veces la capacidad del estadio de Wembley, en Reino Unido.
Un equipo de geólogos británicos la cartografió en 2013 con escáneres láser tridimensionales.
La Sala Miao también contiene algunas de las estalagmitas más altas del mundo, con hasta 45 metros de altura.
Más grande por superficie
Si en vez de fijarnos en el volumen nos fijamos en la superficie, entonces la sala subterránea más grande es la sala o gruta de Sarawak, en Malasia, que tiene una superficie de unos 154.000 metros cuadrados.
Es decir, tiene aproximadamente el doble de la superficie del palacio de Buckingham, en Londres. Además, es la segunda sala con mayor volumen, después de la Sala Miao.
Allí dentro podrían caber holgadamente 10 aviones Jumbo en línea. Las dimensiones de este mundo bajo tierra son apabullantes: 700 metros de longitud, 400 metros de anchura y unos 70 metros de altura. El mayor espacio cerrado conocido.
Después de Sarawak, las siguientes cámaras subterráneas por orden descendente de tamaño se hallan muy cerca de nosotros. La segunda más grande del mundo está en Cantabria-Vizkaia, la llamada Sala Gev, en la Torca del Carlista, en la que cabrían sin problemas de espacio las catedrales de Burgos y de Santiago juntas.
La tercera en tamaño es la Sala de Verna, en el Sistema de la Piedra de San Martín, en Saint Engrace, Francia, muy cerca de la frontera con España. Está a 700 metros de profundidad y tiene 190 metros de altura y 250 metros de anchura.
La denominación de la Sala de la Verna tiene su origen en el grupo al cual pertenecían varios de sus descubridores. Los espeleólogos Daniel y Pierre Eppely, Michel Letrône, Louis y Georges Ballandraux, que pertenecían al grupo scout llamado “Clan de La Verna”, venían participando en las exploraciones de la Sima de San Martín desde el año 1952 (en el que intervinieron en el intento fallido de rescate de Marcel Loubens).
Es tan grande que por su interior han volado en globo aerostático (proyecto desarrollado por una escuela politécnica francesa) y también ha construido una presa hidroeléctrica para sacar partido del caudal de una cascada, que proporciona energía a una población de 20.000 personas.
En ella podrían alojarse 6 copias de la catedral de Notre Dame. ¡Seis!