La iglesia de Santo Tomás es uno de esos lugares que merecen la pena una visita. Está ubicada en pleno corazón de Manhattan, en el cruce de la Quinta Avenida y la calle 53 a pasos del MoMa.
Esta maravillosa iglesia está viviendo una restauración que recobrará el color original de sus enormes vidrerías. A lo largo de 3 años, los 9 millones de piezas de cristal coloreado serán desmontadas de sus 33 ventanales a un costo de 22 millones de dólares (unos 17 millones de euros).
Las primeras 9 ventanas (del lado norte) fueron removidas durante enero y febrero. En su lugar se han colocado cubiertas vinílicas impresas con una reproducción del ventanal extraído que estarán allí hasta que las vidrierías sean puestas en condiciones por un equipo de técnicos y artesanos expertos venidos de todo el país.
Las vidrierías originales, de estilo gótico, fueron instaladas entre 1927 y 1974, y nunca habían recibido ningún tipo de reparación. Para el operativo de remoción y traslado de las enormes vidrerías, fue necesaria la construcción de bastidores de 10 metros de altura.
Cada ventana y el proceso de su restauración es escaneada y la información digitalizada y documentada para futuros trabajos de mantenimiento y estudios. Cada una de esas pequeñas piezas es fotografiada al milímetro antes de comenzar a trabajar en ella.
La restauracíón deberá estar finalizada para el 21 de Noviembre del 2011, cuando se festeje el centenario de la colocación de su piedra fundacional.
Vía | New York Times