Es todo un tópico, pero es real como la vida misma. Los españoles cuando se van de vacaciones o viajan al extranjero por motivos laborales, siempre echan de menos el jamón y es común que quieran llevarse algún sobre con este producto o con otros embutidos envasados al vacío para poder disfrutarlo cuando más haga falta. Pero... ¿se puede o no se puede llevar jamon y otros alimentos en el avión cuando viajas al extranjero?
Las restricciones al equipaje de mano que no facturamos afectan a los líquidos, cremas y geles. Sabemos que se puede pasar el control con hasta un litro de líquidos, siempre que esté distribuido en frasquitos cuyo contenido no exceda de los 100 ml. Pero, ¿hay restricciones para otros productos de alimentación?
A continuación os contamos como está regulado el tema, para que podáis conocer lo que se puede y lo que no se puede llevar en el equipaje de mano y en el que se factura, y ya os anticipo que es diferente para viajes dentro de la Unión Europea y para viajes a otros países, ya que entre otros aspectos, la importación o exportación de productos de alimentación puede estar prohibida por motivos sanitarios. Lo vemos con detalle.
¿Se puede llevar jamón en un avión en los viajes al extranjero?
La regulación de este tema es bastante estricta. Lo que decimos para el jamón, es también válido para otros productos alimenticios como lácteos y otros productos cárnicos, ya que la introducción de dichos alimentos perecederos en un país, puede ocasionar que con el alimento se trasladen también agentes patógenos procedentes de los animales que introduzcan enfermedades en el país de destino.
a) Viajes con destino a un país de la Unión Europea
Si nuestro viaje es dentro de la Unión Europea, no hay problema con los alimentos que queramos llevar pero si nuestro viaje es hacia fuera de la UE, habrá que estar a lo que disponga la legislación del país de destino y en general, será restrictiva y no permitirá que llevemos quesos, jamones ni otros alimentos similares.
Cuando viajemos a España o hacia otro territorio europeo desde fuera, la legislación impide la introducción de ese tipo de alimentos, (productos cárnicos y lácteos) desde países extracomunitarios para protegernos de las amenazas sanitarias.
Hay excepción cuando viajamos a un país comunitario desde otro país europeo extracomunitario como Noruega, San Marino, Islas Feroe, etc. En este caso, se permite llevar pequeñas cantidades de este tipo de alimento, cuando sean como el caso que hablamos, para consumo particular, no para exportar alimentos. Fijaos en el detalle abajo del cartel que figura en los aeropuertos.
b) Viajes con destino fuera de la UE
En este caso, la mayoría de las restricciones nos impedirán viajar con el jamón, los chorizos y ese tipo de alimentos por las razones indicadas. Nos queda el clásico recurso de los sobres al vacío metidos en la maleta y facturados, que no suelen dar problema si no nos pasamos con la cantidad.
En resumen, ¿se puede o no se puede llevar jamón?
Destino Unión Europea
Como norma general se prohíbe la introducción de productos de origen animal, cárnicos, lácteos, etc, salvo las excepciones recogidas para uso particular que hemos comentado y también otras especiales que comentamos después.
Salvo lo previsto en el reglamento que lo regula, no hay más restricciones al transporte de alimentos en el equipaje de mano que no sean las limitaciones de tamaño y peso establecidas por cada compañía aérea y aquellas referentes al transporte de líquidos.
Estas medidas no afectan a los productos adquiridos en las tiendas de aeropuertos de la Unión Europea, siempre y cuando dichas tiendas se encuentren después de los controles de seguridad, o en el mismo avión, ni afectan a los productos facturados.
Destino fuera de la UE
En caso de viajar a un país fuera de la Unión Europea, lo mejor es consultar la legislación del país de destino. En general, no se permitirá llevar nada en el equipaje de mano pero sí se podrá ir con paquetes envasados al vacío si se factura la maleta, pero siempre es mejor comprobar la legislación para evitar problemas.
Lo mejor que puedes hacer es leer la web de la embajada del país al que vas a ir y allí comprobar si se puede llevar un poco de jamón, queso o chorizo, si hay o no restricciones, o si como en USA, si prácticamente no se puede llevar nada. Llevar comida a los Estados Unidos puede ser un problema incluso si llevas productos permitidos. Los controles de seguridad son tan exhaustivos que dan el derecho a registrar todo lo que lleves, incluso aunque no esté en sus prohibiciones.
No está permitida la entrada de carne incluso en el caso de productos en lata (ay la fabadita con lo bien que nos vendría en aquellos lugares). Sin embargo sí se puede llevar chocolate, turrón, conservas de pescado o incluso quesos curados, si su peso total no supera los cinco kilos.
En el caso concreto del jamón y los embutidos, hay países en los que este tema está específicamente regulado. En algunos como Argentina, México, Brasil y China sí se puede llevar, pero solo se permite el jamón ibérico envasado al vacío, en tacos o en lonchas, pero nunca piezas completas.
Ejemplo, aquí puedes ver los consejos que da la Embajada de los Estados Unidos sobre el tema de alimentos que se pueden introducir en aquel país. En páginas similares, puedes encontrar la información del país al que vayas a viajar.
Finalmente, no olvidemos que si vamos a un país musulmán, no se puede introducir ningún producto en el que intervenga la carne de cerdo por lo que si ese es nuestro destino, tendremos que dejar el jamón en casa.
¿Qué ocurre con las personas que tienen dietas especiales -celiaquía, intolerancias alimenticias o los que viajan con niños y tienen que llevar alimentos infantiles?
Para estos casos, en el equipaje de mano se pueden transportar los líquidos que vayan a ser necesarios y deban ser utilizados durante el viaje (vuelo de ida + estancia + vuelo de regreso) por necesidad de dietas especiales, por ejemplo los celiacos, incluyendo la comida de los niños.
En estos casos el pasajero deberá mostrar los productos, que tendrán que enseñarse separadamente en los controles de seguridad, siendo necesario que el viajero lleve un justificante de su necesidad de llevar dichos alimentos, como un certificado médico donde se indique su enfermedad o intolerancia.
Con todas estas pistas, ya sabéis a qué ateneros, si es que no podéis pasar unos días o unas semanas sin jamón o sin vuestros alimentos preferidos. El riesgo de llevar estos alimentos y que en la salida o en el destino nos los detecten es en general que nos los retirarán y no nos permitirán entrar con ellos. Tenedlo en cuenta en vuestros próximos viajes.
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