Si bien la inseguridad puede afectar a cualquiera incluso en su ciudad de residencia, cuando esta se hace presente en un viaje puede llegar a convertirse en un contratiempo mayor. No sólo porque de seguro arruinará el paseo por el estado de ánimo que queda luego de una situación así, sino también por la pérdida de tiempo que requiere el hacer denuncias, la pérdida de dinero destinado a seguir con el viaje e, incluso, de los recuerdos si la cámara fotográfica se ha ido con el ladrón. Es por ello que habrá que estar atentos, básicamente, en los espacios públicos.
Ya hemos dado aquí, en Diario del Viajero, una serie de consejos para cuando se viaja solo, para mujeres, para cuidar los objetos de valor, para tener en cuenta en el hotel e, incluso, las técnicas utilizadas en el aeropuerto de Barajas.
Pues ahora, los consejos se centrarán en los paseos por la vía pública e, incluso, en coche por las calles de la ciudad, básicamente, aquellas muy pobladas:
- Al caminar por la calle y, más aún, en aglomeraciones, llevar la mochila o el bolso adelante. Jamás dejarlo atrás dado que la habilidad de los carteristas puede llegar a sorprender.
- Jamás llevar la cartera en el bolsillo trasero del pantalón. Mejor hacerlo en la parte delantera o bien dentro de una riñonera, siempre bien cerca del cuerpo.
- Evitar llevar la cámara de fotos colgada del cuello, eso es siempre una tentación y, al intentar arrancarla, la víctima puede llegar a terminar lastimada.
- No mostrar tampoco gadgets tales como reproductores de música o vídeo, siempre tenerlos ocultos.
- No contar dinero en público. Jamás sacarlo de la cartera en la calle.
- Procurar no hablar por teléfono móvil en la calle. En caso de ser estrictamente necesario, procurar hacerlo contra una pared o dentro de algún lugar cerrado. Esto es así dado que los arrebatadores actúan muy rápido y siempre están atentos a un usuario desprevenido hablando o enviando mensajes de texto.
- Intentar no llevar muchas joyas, evitar llamar la atención.
- En caso de viajar en coche, colocar el bolso o la mochila en el suelo, nunca sobre las piernas o los asientos y, menos aún, cercano a las ventanas. Esto se debe a que muchas veces los ladrones meten sus brazos en las ventanillas abiertas o, directamente, rompen el cristal para hacerse con su botín. En la Argentina, este tipo de delincuentes suelen viajar a bordo de motocicletas por lo que los llaman motochorros (chorro en lunfardo significa ladrón).
- Prestar atención a actitudes extrañas tales como empujones, personas que manchan o mojan la ropa del viajero u otras que preguntan si un anillo o mucha cantidad de dinero se suya. Todo ello podría llegar a ser un timo o una maniobra de distracción.
- Siempre llevar una cantidad de dinero mínima para “complacer” al delincuente en caso de robo. En tanto, en caso de quedar presos de un ladrón siempre cumplir con lo que se pide, no mirarlos a los ojos y evitar movimientos bruscos que lo hagan creer que se lo intenta atacar.
- Y, como siempre, jamás descuidar las pertenencias porque siempre, en cualquier sitio, en cualquier momento, habrá alguien atento a hacerse con lo ajeno.
Entonces, para disfrutar de un viaje a pleno, repasar los consejos dados en Diario del Viajero nunca está de más pero, sin dudas, los consejos de los locales respecto a los sitios en los cuales tener más cuidado y aquellos que es mejor no visitar, es la clave de un viaje sin problemas.
Foto | Flickr de Jpcolasso
En Diario del Viajero | Consejos de seguridad para viajeros solitarios I: los básicos