Lola Rovati, nuestra compañera en Diario del Viajero, aborda en 'Embelezzia', nuestro blog de lujo y estilo, las 8 razones para seleccionar un vuelo privado. Si bien podríamos pensar que no es un tema gran de interés para los que se pasan asiduamente por este blog en busca de consejos, destinos, tendencias, alojamientos... porque se trata de un producto o servicio para un público más bien sofisticado o VIP, la verdad es que no deja de ser de cierto interés para cualquier viajero que pretenda darse un capricho.
Porque llevamos ya mucho tiempo viendo cómo empiezan a despuntar por el sudeste asiático y Oriente Medio destinos verdaderamente paradisíacos como Dubai por ejemplo. Y cada vez más son más también los que eligen darse un caprichito por este tipo de parajes. Y la verdad es que un vuelo de estas características sería el complemento perfecto a, por ejemplo, una luna de miel en un destino de ensueño como los citados.
Compañías como 'Talon Air' o 'Blue Star Jets' ofrecen servicios tan sofisticados como los siguientes: 1. Spa a bordo: ilimitados tratamientos faciales, de acupuntura, manicura, pedicura... e inlcuso estilistas a bordo para prepararnos para grandes eventos.
Catering de gourmet: puedes disfrutar del menú que elijas e incluso solicitar la comida de tu restaurante preferido.
Masajes y clases de yoga: reflexología, estiramientos... a bordo y con un instructor personal.
Descanso de lujo: sus instalaciones para dormir son más amplias y confortables que las del resto de aviones.
Conexión wifi: no sólo disponen de acceso a internet a altas velocidades sino también de videoconferencia.
Entretenimiento: nada comparable con los que empiezan a ofrecer las aerolíneas comerciales regulares. La calidad es muy superior: pantalas LCD de grandes dimensiones, conexiones para cualquier tipo de dispositivo, TV y DVD en cada uno de los asientos...
Café de gourmet: cuentan con máquinas que dispensan cafés espresso o cappuccino cuando te apetezca.
Grandes vistas: aquí nada de romperse el cuello para ver por la ventanilla, ya que los aviones privados disponen de pantallas que ofrecen las imágenes que recoge un cámara ubicada en la cabina del piloto.
Eso sí, hay también una razón para no decantarnos por un vuelo privado. Y es obvia, ¿no? El precio, que está por las nubes.
Vía | Embelezzia Más información | Forbes