Cada vez hay más gente que decide tomar el tren que parte desde el centro de Chongqing y, tras un viaje que tarda unos 30 minutos en alcanzar el condado de Fulin, visitan China-816 o Planta Nuclear Militar 816, una planta nuclear militar que hasta hace bien poco tenía un emplazamiento secreto: el proyecto no fue desclasificado hasta abril de 2002.
¿Turismo nuclear? Sí, es posible.
El museo nuclear
Además de ser una instalación secreta donde se concibió armamento nuclear durante la Guerra Fría, es también una de las mayores cuevas artificiales del mundo. No en vano, ocupa 104.000 metros cuadrados bajo tierra, con 130 galerías de comunicación y 18 grandes salas. En estas instalaciones construidas en 1967 trabajaron más de 60.000 soldados y operarios antes de su clausura en 1984. La cueva artificial más grande tiene una altura de 79,6 m y es aproximadamente igual a la de un edificio de 20 plantas.
Para hacer más inmersiva la experiencia, hay un museo con objetos originales, como máscaras de gas, y hasta tubos que contienen un líquido color verde que simulan ser las barras de plutonio que aquí se almacenaban. También hay laboratorios y otras dependencias que nos hacen recordar a una película de ciencia ficción. Todo ello clausurado tras una gruesa y pesada puerta de acero.
Incluso hay una réplica a tamaño natural de la primera bomba atómica construida por China y que fue detonada durante un ensayo nuclear en 1964. ¿Turismo nuclear? Sí, es posible.
Vía | Canal viajes