Todos hemos sido víctimas de esta clase de impostura, poser o como queráis llamarlo. Y, con mucha ironía y retranca, una ilustradora ha representado una especie de guía básica visual sobre cómo debemos posar en función del lugar en el que nos hagamos la foto.
Si es con la Torre Eiffel, por ejemplo, estamos obligados a hacernos una foto muy lejos de ella, para jugar con los tamaños del monumento y nuestro propio cuerpo para tocar el pináculo. Y si estamos frente a la torre de Pisa, hacer lo mismo para simular que soportamos su peso para que no se desplome.
La ilustración ha tenido tanto recorrido por las redes sociales, sobre todo de viajeros, que al final han aparecido camiseta, fundas de móvil, bolsos y otras cosas estampadas con este collage de la monotonía, la mansedumbre y el gregarismo del turista típico. El que todos, en mayor o menor medida, tenemos dentro.
Vía | mamoizelle
Foto | Softeis