Por ello la estatua más grande del mundo tiene su correspondiente riada de turistas dispuestos a hacer planos imposibles con su cámara para que la estatua quepa en la foto (una GoPro o cualquier otra cámara con ojo de pez es una buena solución).
La altura de este buda gigante (y gordote, no os preocupéis) es de 128 metros (incluyendo los 20 metros del trono con forma de flor de loto). La parte exterior de la estatua está compuesta por 1.100 placas de cobre y el peso total es de aproximadamente 1.000 toneladas. La estatua está situada cerca del manantial de Tianrui, una fuente de agua termal, muy conocida en China por sus propiedades terapéuticas, que fluye a 60 °C.
Para que os hagáis una idea de las hechuras de la estatua, basta con que penséis en una estatua que siempre se ha asociado a lo gigantesco: el Cristo Redentor de Río de Janeiro. Pues bien, este Cristo ocupa el puesto número 60 de las estatuas más altas del mundo. Bastante lejos del buda.
Si queréis visitar la segunda estatua más grande, entonces hay que viajar a la provincia de Sagaing, en Myanmar, donde encontraremos otro buda, el Buda de Laykyun Setkyar: mide 116 metros de altura y está situado sobre un pedestal de 13,5 metros. La tercera estatua en la lista también es, curiosamente, otro buda: el de Ushiku Daibutsu, en la provincia japonesa de Ibaraki. Es de acero y está recubierta de bronce, y su altura es de 120 metro.
Medalla de oro para quien tenga foto con los tres Budas. Sobre todo si nos enseña las tres fotos simultáneamente en un collage pasado tras algún filtro de Instagram.
Foto | Zgpdszz | Wagaung | Jennie Kondo