A sólo 300 metros de una playa natural, los japoneses se han construido una verdadera playa artificial a medida. Imaginate una playa con el cielo siempre azul, con la temperatura estable durante los 365 días de año, sin tormentas que te arruinen el finde, sin polución, ni medusas molestas…
Se encuentra sobre el Pacífico en la isla de Kyushu y se llama Seagaia Ocean Dome. Es, si no me equivoco, la única playa bajo techo del mundo. O era, porque creo que ya no está abierta al público.
Pagando unos 35 euros, tenías derecho a disfrutar de su playa impecable a buen resguardo de su techo retráctil por lo que es una alternativa de ocio durante todo el año. La superficie de la playa propiamente dicha es de unos 300 metros por 50 metros de ancho de promedio. Allí siempre era verano con 30 grados de temperatura media y el agua se mantenía a unos envidiables 28 grados.
Las constantes de temperatura, humedad y viento, eran constantes y se garantizaban las condiciones perfectas para surfear unas pequeñas pero perfectas olas. Todo ello bajo la mirada de un “auténtico” volcán.
Y todo ello a metros, como dijimos, de la costa verdadera aunque las playas no son lo mejor de Japón. El complejo del Seagaia incluye, como no, hoteles de varias categorías a corta distancia. En el 2007 cerró sus puertas para realizar una profunda reestructuración estructural y económica ya que los costos operativos eran gigantescos.
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