Son 54 grupos de pilares, algunos de hasta 3 metros de altura, erigidos hace aproximadamente 6.000 años. Al igual que Stonehenge en Gran Bretaña, el misterio envuelve con un velo de leyenda e incertidumbre estas curiosas piedras.
Quien las observe in situ tendrá la sensación de que están dispuestas de manera aleatoria sobre el árido desierto. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, pues siguen una composición paralela este-oeste. Las excavaciones realizadas en 1977 no revelaron ofrendas votivas ni ninguna clase de restos humanos o animales, por lo que se descarta su origen religioso o funerario. La explicación que se dió entonces, y que aun hoy continúa en vigor, es que tenían una función comercial, ya que Jouf fue una importante encrucijada de caminos en las rutas que conectaban la península Arábiga con Egipto, Mesopotamia y Siria.
No obstante, algunos de los pilares muestran grabados que los relacionan con deidades preislámicas como la diosa Widd.
La leyenda local dice que las piedras son los integrantes de una tribu perdida que fue castigada por Diós por cosas tan horribles como lavarse con leche. Por eso se las denomina al-Rajajeel, que significa "los hombres".
Ahora, las autoridades de la zona se han dado cuenta del potencial turístico que ofrece el lugar y se han puesto manos a la obra con el fin de atraer multitudes de viajeros ávidos de misterio e imaginación.
Vía | Reuters Más Información | The Arabia Saudi Information Resource